Las jubilaciones pierden contra la alta inflación
TRIBUNA DEL LECTOR

Las jubilaciones pierden contra la alta inflación

Hace ya unos días, el Gobierno nacional anunció el aumento de las jubilaciones para el mes de marzo, en alrededor de un 8%, y un bono para los haberes menores a $30.800, de 1500 pesos para abril y mayo. 
En principio, debo decirles que de esta forma están reconociendo que, con el porcentaje acordado, no están cubriendo la inflación. Por lo tanto, recurren a este bono para atenuar el impacto en los haberes más bajos. 
Además, me pregunto con qué criterio se estableció ese tope de $30.800 para otorgar el bono cuando el mismo Indec da a conocer que para no ser pobre se deben tener ingresos de más de $50.000. ¿No se debería haber tomado este monto para dar el bono? 
Además, se sigue discriminando nuevamente a los que tienen haberes superiores a los $30.800, como si los aportes que realizaron durante toda su vida para tener ese haber deban ser castigados.
Como lo señalé en una nota anterior, el problema de las jubilaciones no se soluciona si no se incrementan los aportes de los trabajadores activos, fijando políticas de reforma laboral que permitan incorporar trabajadores informales al circuito formal; esto llevará algún tiempo, pero hay que comenzar ya.
Recuerdo haber leído hace un tiempo las reflexiones de un reconocido escritor con relación al tema de la gente mayor y señalaba que estamos viviendo una época que él denomina “lo descartable”, en la cual en tres años debemos cambiar el celular, el televisor, el auto, no porque ya no sirvan, sino porque la sociedad de consumo nos impulsa a eso. Entonces, se tiene que descartar todo lo viejo por cosas nuevas. Y en este sentido, esto lo sufrimos los que ya tenemos algunos años, cuando los jóvenes no nos tienen en cuenta en distintos ámbitos: laboral, cultural, político, etc. 
Hasta algún dirigente político y un actor han llegado a decir que la gente grande tiene un costo muy importante para el Estado, por lo que en la pandemia que vivimos se debe priorizar a los jóvenes, por eso señalo mi más profundo desprecio para todos aquellos que discriminan a los mayores de una u otra manera.
Un ejemplo reciente lo vimos con las vacunas VIP, cuando después de vacunar al personal esencial, la prioridad la tienen los mayores, pero la clase dirigente tomó otro rumbo y la utilizó con fines políticos, relegando a los que más la necesitan.
Como dijo el Papa Francisco: “Los pueblos que se olvidan de los ancianos no tienen futuro, porque pierden la memoria”.

Aldo García López
DNI 4974484

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