cristina kirchner
ENFOQUE

Absolución o condena: que sea decidido por la Justicia

Desde 1983 hasta ahora, no hubo una renovación parlamentaria que pudiera tener las consecuencias de magnitud para el funcionamiento de la República. Que no nos vengan con que la pandemia que afecta al mundo pueda plantear la teoría de la posible suspensión de las internas abiertas y el acto final posterior correspondiente. 
No hace falta mirar muy lejos: Uruguay tuvo elecciones presidenciales en pleno episodio de este drama de salud; Bolivia con una afectación superior a la Argentina eligió a todos sus poderes a fines del año pasado; y Chile tiene elecciones para tratar la reforma constitucional dentro de pocos meses.
Nadie en esos países fue capaz de pretender plantear una hipótesis de suspensión. Lo que va a estar en juego en la Argentina es tratar de frenar a un oficialismo que permanentemente busca atajos o caminos que conducen a violar las instituciones, presionar al Poder Judicial y hasta tratar de crear una Corte Suprema paralela, alzándose algunas voces de las cercanías del poder que insinúan hasta una reforma del Estado que pueda incluir una reforma constitucional.
Es obligación de Juntos por el Cambio actuar con inteligencia, responsabilidad y audacia, dejando para el futuro los temas de candidaturas o liderazgos, manteniendo el valor de la unidad.
Para que todos entiendan, en el Senado se renuevan el 33 % de las bancas. Hoy en día la oposición tiene asegurado el tercio que impide cualquier disparate; y en la Cámara de Diputados se renuevan el 50 % de sus miembros, lo que plantea el desafío de ampliarlo y establecer una traba firme ante cualquier desviación.
La propia vicepresidenta de la Nación, cuando fue a declarar en una de las múltiples causas por las que está procesada, en forma descomedida y exaltada encaró a los miembros del Tribunal manifestando “Yo ya estoy absuelta”. 
A esto hay que señalar que esa posibilidad la marcará el “Proceso Judicial” y su sentencia, sea la que sea, será igual que para cualquier ciudadano.
Confiamos en que, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego y desde Mendoza hasta Misiones, nadie quiere excepciones de las responsabilidades del manejo de los fondos públicos que tanta hambre, desinversión, falta de obras y demás causas lamentables tienen postergada la salud, la educación, la vivienda y las posibilidades de trabajo de la mitad de los argentinos.
Esperamos que el voto del pueblo que integra la Nación sea capaz de poner esos límites.


(*) Senador nacional (MC)

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