Master Brand.
MARKETING APLICADO

Master Brand.

La función primaria de una marca.

La emergencia sanitaria persiste pero el asombro por la calamidad disminuye, frente a este fenómeno la información ya forma parte de una lamentable estadística. La saturación hizo que la audiencia televisiva se mueva esquivando entrevistas a epidemiólogos que durante meses se despacharon por zoom. No es este el único motivo del éxito de Master Chef, pero todos necesitábamos ver otra cosa y relajar un poco. Hoy quiero repasar un detalle de este programa, algo invisible al ojo distraído, como casi todas las funciones de una marca. 

El asertivo y exaltado conductor del Reality convoca a los participantes al mercado, lugar donde tienen tres minutos para reunir los elementos para su receta. Corridas, gritos y mucho nerviosismo le aportan al programa un dinamismo que detiene nuestro zapping. En esta lógica, cada “famoso” demuestra su personalidad. Desde un Boy Olmi frío y estratégico hasta una alocada (sin sentido) Vicky Xipolitakis. A pesar de las diferentes personalidades, todos coinciden en un mismo grito desesperado: “No encuentro esto, no encuentro lo otro”. Es aquí donde el territorio marcario juega su papel histórico, primario y fundamental. 

Imantados por el poder de la identificación, las corridas por los pasillos tienen atajos, la mirada se detiene en productos que destacan por sobre otros. Claramente, algunos tienen su packaging original y otros tan solo un frasco con una etiqueta casera colgando ¿Dónde está la diferencia? Simple, solo tienen marca los que pagan para que la cámara se pose sobre ellos, los demás son recipientes anónimos que requieren de una “lectura” ya que están desprovistos de su rasgo singular y distintivo. Colores, tipografías, estilo, tono. Este es el punto a destacar de lo que se percibe. 

Identificación, clasificación, diferenciación y fomento. Acaso este ejercicio al que se ven obligados los participantes pone en evidencia lo que pasaría si las góndolas se vistieran de productos genéricos. Para la demanda, la elección sería dificultosa y llevaría el doble de tiempo. Para la oferta, sería imposible destacar todos los atributos o acercase al público objetivo. 

Me gusta este ejemplo, pone sobre relieve algo cotidiano, cercano a todos. Te permite a vos reconocer el poder de una marca y mantenerte informado en medio de un contexto en el que el marketing es señalado como chivo expiatorio de un sinfín de situaciones “no deseadas”. Por el contrario, la oferta y la demanda necesitan que alguien estreche lazos y para eso estamos, al menos así se percibe en las corridas del mercado. ¿Quedó claro? Si Chef!.  

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