Miguel Pesce
OPINION

El presidente del BCRA quedó en medio de la tormenta interna oficialista

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, está en el centro de la tormenta que se desató en el oficialismo tras la instauración del “supercepo” a la compra y venta de dólares, que tuvo problemas de implementación y provocó fuertes ruidos internos en el Frente de Todos

Las quejas por las decisiones de Pesce, que contrariaron al ministro de Economía, Martín Guzmán, llegaron a oídos del presidente Alberto Fernández. Según se pudo saber la  propia Cristina Kirchner le hizo notar al mandatario su malestar en un encuentro a solas en Olivos.

El kirchnerismo tiene a Pesce entre ceja y ceja desde que el titular del BCRA, un albertista de la primera hora y de origen radical, se cruzó con el ex director de Anses Alejandro Vanoli por aquel fallido pago a jubilados que le terminó costando el cargo al economista cercano a Cristina. Ahora, la bronca de un sector del FdT con Pesce se debió a que pudo haber “subestimado” la implementación de los controles necesarios para que funcione el “supercepo”. Para colmo, volvió a señalar la responsabilidad de la Anses, que encabeza la camporista Fernanda Raverta. Entre la autoridad monetaria y el organismo previsional hubo una discusión por la base de datos que se utilizaría para filtrar de las operaciones de dólar ahorro a los beneficiarios de planes, como el IFE, puesto que usaban los pesos cobrados para comprar divisas.

El presidente Fernández intervino personalmente para aquietar las aguas y recibió a Raverta en la Casa Rosada. Luego de esa reunión, la Anses y el Banco Central emitieron un comunicado conjunto en el que se informó que la base de datos del organismo iría al BCRA y no a cada banco. “A partir de este acuerdo, las entidades financieras dejarán de consultar en la página de Internet de la Anses para obtener la certificación negativa denegada y realizarán esa certificación contra la base de información del BCRA”, indicaron ambas instituciones en la comunicación oficial. Consultadas por este diario, fuentes de Anses le bajaron el tono al cortocircuito con Pesce. “Hicimos lo que pidió primero; y ahora lo que pidió de la base de datos”, deslizó un estrecho colaborador de Raverta. La pelea entre el BCRA y la Anses fue, en todo caso, funcional a que los bancos cerraran las operaciones de dólares por homebanking.

Pero el enojo del kirchnerismo con Pesce es inocultable. El presidente del Banco Central fue quien convenció a Alberto Fernández para frenar el “drenaje” de las reservas con las nuevas restricciones a la compra y venta de dólares, en una medida que descolocó al ministro Guzmán que venía resistiéndola dentro del Gabinete económico. Guzmán dijo al presentar el Presupuesto 2021 en el Congreso que el “supercepo” será transitorio e insistió en que se trata de una medida que “no pone contento” al Gobierno. Hasta el momento, solamente Pesce salió a defender públicamente las restricciones al mercado cambiario. Aunque contaría con el apoyo de la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; y de la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. El ministro de la Producción, Matías Kulfas, sería más favorable a la postura de Guzmán, quien considera al “supercepo” como una medida “defensiva”.

Pero la defensa de las reservas del BCRA deja al descubierto a las empresas que tienen deuda contraída en dólares –U$S 1.235 millones hasta el 31 de marzo de 2021- y que se exponen a las dudas sobre su capacidad de pago, lo cual hace que el mercado descuente posibles defaults. De hecho, las acciones de las compañías argentinas que cotizan en Wall Street cayeron ayer hasta un 8 por ciento, lo que dio cuenta de las complicaciones que tendrán para afrontar sus pasivos en dólares. El escenario económico asoma cada vez más dificultoso para el Gobierno nacional. Y dentro del Frente de Todos, las culpas recaen ahora sobre el presidente del Banco Central.