Dolor sordo
COACHING

Dolor sordo

¿Qué nos pasa con nuestra pareja? Nos decimos por lo general que no tenemos suerte, son todos iguales, ya vendrá el especial para mí y tantas otras cosas más. Al principio de la relación es todo divino, fase de enamoramiento se llama, donde no vemos al otro de manera “real”, sino que lo idealizamos. Consideramos al otro como increíble, maravilloso, perfecto y sin defectos, y nos sentimos geniales liberando dopamina, oxitocina por doquier.
Pero llega un día que empezamos a ver con claridad y nos preguntamos ¿cómo? ¿qué paso? ¿en qué momento cambió? Y es en este segundo que la otra persona comienza a ser perfecta para nosotros, cuando llega la hora de vernos en ese espejo. De ver nuestras heridas emocionales para aceptarlas, sanarlas y dejar de “olvidarlas” para no sufrir.
Si aprendemos que el otro es nuestra oportunidad para liberarnos del dolor que venimos arrastrando, nuestras relaciones cambiarán de manera radical. ¿O todavía no te preguntaste porqué atraes a este tipo de personas, con las que repetís las mismas situaciones de “desilusión”?
Nuestras heridas se activan de manera automática e inconsciente, con lo cual sin querer comenzamos a generar un sinfín de mecanismos de autodefensa destruyendo la relación. No es el otro, soy yo, es mi pasado, mi niña interior que sigue herida pidiendo a gritos tomar conciencia para transmutar ese patrón de carencia y dolor con el objetivo de no seguir condenada a relaciones tóxicas y aprender la gran lección. 
Nuestras relaciones son perfectas, en el momento indicado, y nos muestran lo que necesitamos trabajar en nosotros mismos, porque el sufrimiento no está en el hecho, sino en cómo lo percibimos. Tampoco se trata de cambiar, sino de sanar, porque ese es el paso liberador para nosotros.
Por eso es tan importante lograr nuestro autoconocimiento, reforzar nuestra autoestima para entrar en contacto con nuestro dolor interior y atender nuestras necesidades emocionales. Todos tenemos aunque sea una herida para sanar y podemos empezar prestando atención a aquellas situaciones donde sentimos que no existimos, que no importamos, que no valemos o que sentimos que nadie nos quiere, donde elegimos huir, buscar la soledad, la perfección para no sentir nuestro miedo profundo de rechazo y abandono.
Cuánto más profunda es nuestra herida, más atraemos estas situaciones a nuestra vida y, más aún, nos refleja bofeteando cuánto nos rechazamos a nosotras mismos.

(*) Coach de mujeres, neurosicoeducadora, autoestima trainer.
Instagram: @danielatrech

COMENTARIOS