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Más silencio – bla bla bla

“Hablar es una necesidad y escuchar un arte” decía Goethe. Estamos llenos de necesidad y poco arte. ¿Qué nos pasa que hablamos tanto y escuchamos tan poco? ¿Somos capaces de percibirnos a nosotros y a nuestro entorno? ¿Realmente creemos que hablar o expresarnos es dialogar?
Escuchar no es lo mismo que oír. A lo largo del día oímos muchas cosas, pero escuchamos pocas, porque no prestamos atención a lo que dicen los demás, porque estamos apurados, haciendo varias cosas a la vez, porque nos creemos mejores que el otro, porque no nos importa otra opinión o aprender de alguien más. Y así nos olvidamos que la esencia del diálogo es escuchar.
Hay personas que hablan y hablan de ellas mismas haciendo monólogos, o hablan sin saber ni tener conocimiento alguno, pero algo tienen que decir, personas que de lo único que hablan es de sus problemas, personas que interrumpen todo el tiempo al otro para mostrar su idea, opinión, creyendo que lo que tiene para decir es más importante restando valor al otro. 
Estos son actos de inmadurez, de poca empatía y egocentrismo. Una conversación es enriquecedora cuando se escuchan ambas partes, es bidireccional, donde es tan importante hablar como escuchar.
Las personas que hablan mucho necesitan llamar la atención y así sentirse valoradas o importantes ya que se niegan a escucharse a sí mismas y a comprender la falta de seguridad que habita en ellas, donde su silencio les hace ruido. Además, estas personas terminan siendo tóxicas drenando toda energía.
Son importantes tanto el diálogo como el silencio: el silencio nos permite escuchar, nos da espacio para pensar, conectar con nuestro mundo interior a través de la introspección, además de permitirnos relajar y descansar nuestro cerebro de tanto estimulo externo, rumiación constante, reduciendo estrés y aumentando conciencia. “El discurso es plata, pero el silencio es oro”, Muhsin Al-Ramli.
Aprender del silencio es sabiduría y saber gestionarlo es clave. Dejemos de rellenar nuestros silencios con cualquier cosa, porque creemos que es negativo, incómodo o hace que no estemos a gusto con él. El silencio es nuestro aliado para incentivar respuestas, minimizar conflictos, liderar, negociar.
El silencio nos da información que se convierte en música para nuestro ser.

(*) Coach educativo, neurosicoeducadora, coach emocional.
Instagram: @danielatrech

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