Alberto Fernández y Rodríguez Larreta
OPINIÓN

Cortocircuito entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta

En el peor momento de la pandemia en el Área Metropolitana (AMBA), con cifras de muertos e infectados que se superan día a día, a causa del coronavirus, se enturbió la relación política entre el Gobierno de la Nación y la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta.

 El cortocircuito, evidente en los últimos días, no pasa inadvertido porque el presidente Alberto Fernández venía privilegiando, en el marco de la cuarentena, su relación política con el alcalde de la ciudad de Buenos Aires. Las críticas lanzadas por el Presidente pusieron el foco sobre una supuesta falta de camas de terapia intensiva en los sanatorios del PAMI en territorio porteño. Alberto F. apeló a ese argumento luego de que su vice, Cristina Kirchner, le diera aire a un cuestionamiento del ministro del Interior, Wado de Pedro, sobre el accionar de la Policía de la ciudad capital ante una manifestación por un nuevo aniversario de la muerte de Santiago Maldonado.

La seguidilla de críticas resultó evidente. Sin embargo, fuentes cercanas al Presidente afirmaron que la sintonía política entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta “sigue”, aunque eso no impide que el Gobierno nacional pueda “expresarse” sobre los temas que lo diferencian de Larreta. No hay que olvidar un antecedente: el jefe de Gobierno porteño estampó su firma en el documento de Juntos por el Cambio que rechazó de plano el proyecto de reforma judicial que impulsa el Presidente.

Hay otro elemento, más político, que podría servir para comprender por qué el oficialismo nacional apunta ahora contra Larreta: la necesidad de quitar presión sobre la gestión de Axel Kicillof, dado que la peor parte de la pandemia transcurre en territorio bonaerense, más específicamente en el Conurbano. Al centrar los cuestionamientos en el Gobierno porteño, el Presidente trata de evitar que la discusión se enfoque en las carencias sanitarias de la Provincia. Menos plausibles son las versiones que indican que Alberto F. la emprendió contra Larreta porque el alcalde porteño lo superó, por primera vez, en el diferencial de imagen positiva que consignan las encuestas. Como se sabe, las altas y bajas en los sondeos van y vienen. Aunque el malestar del Presidente con el jefe de Gobierno también se expresó en una áspera intervención de su alfil en la Legislatura porteña, Claudio Ferrero, ante el ministro coordinador porteño Felipe Miguel. Larreta optó por no contestar personalmente las declaraciones del Presidente.

Se mantiene así fiel a su estrategia de no confrontar políticamente. Pero su segundo Diego Santilli replicó las críticas de Cristina y Wado sobre el accionar de la Policía porteña y el ministro de Salud, Fernán Quirós, relativizó que el PAMI no tenga camas en sanatorios capitalinos. “En la Ciudad garantizamos la atención y priorizamos a las personas que sólo tienen cobertura pública”, afirmó Quirós.

En la coalición gobernante, en tanto, hay otra explicación para las sorpresivas críticas del Presidente al jefe de Gobierno porteño. La especie señala que cada vez que Cristina se queja de los movimientos de los seguidores del Presidente para empezar a armar el “albertismo”, entonces el mandatario frena el incipiente armado y da una muestra de fidelidad política a su vice. Siguiendo esa línea de análisis, en esta oportunidad, esa “prueba de amor” impactó en Larreta.

Claro que el alcalde porteño no es una víctima inocente de la furia kirchnerista. Por el contrario, supo aprovechar la cercanía con el Presidente para ubicarse en el centro de la escena política nacional, desplazando incluso al jefe natural del PRO, Mauricio Macri. Habrá que ver si aquel “amigo” que le prodigó Fernández a Larreta, sigue vigente por estos días.