Tras el decreto presidencial, la cuarentena viene a los tumbos. Si bien la gran mayoría la respetamos, otros rompen la regla sin justificativo lógico. En la columna de hoy repasaremos los diferentes mecanismos utilizados para comunicarla y la efectividad de cada uno de ellos.
Podríamos pensar que tras la cadena nacional y la enumeración de las medidas era suficiente pero bien sabemos que informar y persuadir no es lo mismo y a eso nos dedicamos los publicistas. Personalmente imaginaba que la permanente difusión de los tristes sucesos que se están desatando en Europa era suficiente completando el mensaje con el miedo como motor. Imágenes crudas, casos concretos, reales y relatados en primera persona. No fue así, “Tonto y Re-Tonto habitan suelo argentino por lo que hizo falta visibilizarlos con dos (o mas) casos testigo.
Como si fueramos niños el mismo presidente tomó un par de ellos para estigmatizarlos y marcarlos como ejemplos “tontos” de lo que no hay que hacer. Vale decir que las características personales y físicas de los dos muchachos ayudaron en la viralización.
Primero fue un preparador físico de apelido Paz (vaya paradoja) quien golpeó al guardia de seguridad de su edificio por sugerirle que evitara romper el aislamiento tras regresar de una zona de riesgo. Su reacción quedó registrada y hasta el mismo Alberto manifestó que lo buscaría para aplicarle todo el rigor de la ley. La contextura física del muchacho, la indefención del guardia (por la relación de poder implícita) y la soberbia de los gritos de Paz hicieron el resto. La gente los viralizó señalándolo como “tonto”. Ya teníamos el primero.
Como bien sabemos, a esta película le falta un protagonista y a los pocos días apareció “Re-tonto”. Seguramente en el medio hubo otras situaciones similares pero esta era especial por sus características. Un episodio fogoneado por los medios, un absurdo en manos de un Surfer de dicción “paposa” (leáse papa en la boca) y tic con su pelo ensortijado. Allí fueron todas nuestras energías de viralización e indignación.
Se trata de casos testigo que tienen algunos ingredientes especiales para señalarlos y sentar precedentes con castigos ejemplares. Gracias muchachos, nos ayudaron mucho. Ahora a quedarse en casa, seguramente con el paso del tiempo puedan recuperar su identidad y dejen de ser recordados por este protagónico. “Tonto y Re-tonto”…no sean tontos…¿cuántas veces dije tonto? .
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