MARKETING APLICADO

McDonald's juninense

Nostalgia o realidad de mercado.

Los juninenes tenemos un extraño sentido de pertenencia que, por un lado, se exhibe desde el agite deportivo y, por otro, por la exacerbación de nuestras limitaciones comerciales. Se trata de conceptos, frases y sentencias que se pasean por Saenz Peña y quiero repasar. 
En una especie de ritual de autoflagelación, muchos (como Santiago) lanzan hirientes condenas  por eso que “no somos o no podemos ser”. Una demanda abstracta y al aire como si nosotros, los ciudadanos, fuéramos ajenos a esa estructura de mercado. Surge así una de las más conocidas: “Junín es la única ciudad del mundo donde fracasa hasta un McDonald's”. 
Si bien en muchas ocasiones se rumorea la llegada de una empresa de la talla del gigante de los arcos dorados, por ahora se trata de una situación que está lejos de suceder. No porque nosotros, los juninenses, seamos una casta especial digna de análisis, sino porque simplemente las condiciones no están dadas y no hay nada de malo en ello. 
Al margen de situaciones demográficas, es decir del estudio estadístico de nuestra ciudad como potencial receptor de semejante oferta, vale la pena repasar nuestra psicografía, es decir nuestras actitudes, costumbres e intereses como comunidad y ahí encontraremos la respuesta. 
Empresas como McDonald's necesitan ubicarse en lugares de alto tránsito y ser transversales a todos los horarios para generar volumen de tickets. Está claro que eso en nuestra ciudad no sucede ya que hay situaciones que aún en esta época de “apuros” no se modifican. Acaso las distancias cortas y el cuidado del bolsillo hacer que muchos sigan regresando a casa para almorzar. Ni hablar de los que respetan el ritual de la siesta o los que se toman un momento para ir a estirar las piernas al parque. 
La pregunta es, ¿no ser una ciudad receptiva a este tipo de ofertas nos transforma en un mercado de poco vuelo? Considero que se trata solo de perfiles y nosotros como cualquier otro mercado tenemos el nuestro. Así como Bolivia, donde los americanos no hacen pie, en Junín hay negocios que por cantidad de habitantes o por las cuestiones mencionadas no podrían funcionar. 
A fin de cuentas la decepción es saber que no somos especiales, solamente tenemos un perfil de mercado como cualquier otro lugar del mundo y las marcas que quieran llegar a estas tierras deberán considerarlo. Sí, los juninenses tenemos nuestra propia “cajita feliz”.