Motivación

Esta semana salí de compras, tenía que hacer un regalo y la decisión más difícil estaba tomada: un celular. Solo restaba elegir el punto de venta optando por la alternativa más conveniente en relación a precio y financiación. En cuatro cuadras, la experiencia que les quiero contar. 
Entendiendo que las ventajas estaban dadas por ser cliente, el primer paso fue ir al prestador del servicio de línea. Nada de eso, señalando los modelos a distancia, el asesor solo se dispuso a explicar que “los que tenían cartelitos” (4 sobre 9 modelos) no estaban disponibles. Consultado sobre las supuestos beneficios, la cara de póker operó como respuesta. Con la ñata sobre el vidrio, sin poder tener el producto en mis manos finalicé la experiencia en busca de otro lugar donde verdaderamente quieran vender. 
Las tres cuadras restantes solo reforzaron mi pensamiento. Muchos puntos de venta de nuestra ciudad son tan solo ventanas de despacho ya que pocas veces construyen una experiencia de compra por la que valga la pena obviar la compra digital. Es que si pensamos en productos genéricos como un celular, por lo general la elección de marca y modelo está tomada con anterioridad a la decisión del lugar donde cerraremos la compra ¿Qué queda por fuera de eso? La motivación del vendedor, las ganas de vender y la experiencia del cliente. 
Les cuento que fue muy difícil concretar la compra, es que los otros dos lugares ofrecían las mismas condiciones y ninguno de los vendedores se “ganó” la venta; este es el punto de cierre de la columna: la motivación de quienes están al frente de los comercios de nuestra ciudad. 
Habitualmente los esfuerzos están puestos en el armado del local, en la publicidad y otras variables pero hay una instancia silenciosa que muchas veces descuidamos. Ya sea al servir un café o en la venta de cualquier otro producto o servicio, la motivación de “la cara visible” del negocio es una variable fundamental. 
A riesgo de pecar de crítico insoportable, revisar estos conceptos en contextos competitivos donde las diferencias son tan pequeñas puede repercutir de forma directa en el éxito o fracaso de tu emprendimiento o pyme. La motivación es una variable silenciosa, no te quedes en silencio.