ENCUESTA EXCLUSIVA DE DEMOCRACIA

El 95% reconoció que es "bajo" el respeto de las normas de tránsito

De hecho, ante la pregunta “¿Cómo califica el respeto de las normas de tránsito en Junín?”, el 95 por ciento (1143 votos) contestó que es “bajo”, mientras que, en la otro vereda, solo el 5 por ciento restante (67 votos) respondió que es “alto”. En total participaron del sondeo virtual de este diario 1210 lectores. Es un drama que se repite en todo el país.

La enorme mayoría de los juninenses consultados en la encuesta semanal de Democracia, que se publica en el sitio de Internet www.diariodemocracia.com y en los perfiles de las redes sociales, consideró que es ínfimo el porcentaje de vecinos que respetan las leyes de seguridad vial en nuestra ciudad. 
De hecho, ante la pregunta “¿Cómo califica el respeto de las normas de tránsito en Junín?”, el 95 por ciento (1143 votos) contestó que es “bajo”, mientras que, en la otra vereda, solo el 5 por ciento restante (67 votos) respondió que es “alto”. En total participaron del sondeo virtual de este diario 1210 lectores. 

Un drama nacional
El Observatorio Vial de la Cámara que nuclea a las empresas productoras de software vial realizó un sondeo en más de 1.600 hogares de CABA y el Gran Buenos Aires y al consultar cómo consideraban el respeto a las normas de tránsito por parte de los argentinos, nueve de cada diez opinaron que era bajo (50%) o muy bajo (36%). 
Sólo el 9% de los sondeados dijo que los argentinos tenían un alto respeto a las normas, mientras el 5% consideró el apego a las leyes de tránsito como muy alto. 
También se quiso saber cómo se definían los consultados a título personal ante las normas de tránsito. 
Allí el resultado fue totalmente inverso: nueve de cada diez sostuvieron que su respeto era alto o muy alto. Solo un 16% se calificó como "irrespetuoso" al decir que el nivel de respeto era bajo o muy bajo. 
"Describirse como respetuoso a las normas y tener una crítica negativa del resto, podría indicar que no asumimos nuestros errores al volante", sostuvo Facundo Jaime, vocero del Observatorio Vial de la CECAITRA.
Durante el sondeo se quiso conocer la opinión sobre por qué se da ese incumplimiento de las normas. Se les pidió a los conductores que indiquen si estaban de acuerdo con la frase "el motivo principal de las faltas de tránsito es el desconocimiento de las normas".
Allí, siete de cada 10 dijo estar algo o muy de acuerdo con la idea. Es decir, que para el 70% hay una cuestión de ignorancia de la ley de tránsito. 
También se indagó además sobre las causas que originan los cientos de siniestros viales que suceden diariamente en nuestro país. Se preguntó "¿cuál es el principal motivo porque se generan los accidentes de tránsito?", y la opción más elegida fue "la transgresión de las normas de parte de los conductores", con el 32%. La presencia de conductores alcoholizados ocupó el segundo lugar con el 23% y la falta de atención por parte de los conductores quedó en tercer lugar con el 20%.

Mayor incidencia de las motos
La participación de las motocicletas en el total de los accidentes viales grave se triplicó en apenas una década y llega a ubicarse actualmente en más del 35 por ciento. 
Así lo indicó un informe del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), que precisó que hasta 2005 "la participación de la moto en la siniestralidad vial grave argentina (siniestro con participación activa de una moto) no superaba el 10% del total (o sea de cada 10 vehículos partícipes en siniestros solo 1 era una moto)". 
Según se señaló, "una década después, luego de una progresión casi geométrica, en los presentes años, dicha participación se ha triplicado, alcanzando en el año 2017 el  35,5 por ciento".
En el texto, firmado por el director de ISEV, Eduardo Bertotti, incluye una advertencia al Estado y el sector privado sobre la falta de políticas ante el aumento de la cantidad de  vehículos de dos ruedas, que parece estar acompañado de un incremento en los siniestros que los involucran. La moto, reconoce el informe, "es uno de los vehículos que mayor aporte puede hacer a la movilidad sustentable de una comunidad", en medio de la alta conflictividad que presenta el tránsito en las ciudades. 
No obstante, se advierte, "la vulnerabilidad de sus ocupantes, la falta de percepción de ese riesgo y una generalizada displicencia en la habilitación de sus conductores por parte del Estado, generan severas consecuencias en materia de siniestralidad vial".

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