OPINIÓN

Coottaj: historia de un desprecio

El intendente Pablo Petrecca fue a la inauguración de una fábrica Rusa de trenes en la localidad de Mechita, en los históricos talleres, para “hacerle el aguante” al presidente Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal.
Apenas iniciada la gestión, Petrecca fue a la Cooperativa de Talleres Ferroviarios Junín y logró entusiasmar a sus integrantes. "Es la primera vez que un intendente se pone a la par nuestra a trabajar", decía en mayo de 2016 Pedro Rodríguez, histórico luchador de la Coottaj, luego de que el intendente declarara para los medios que “el presente de la Coottaj, que es un tema que nos preocupa muchísimo y sobre el cual hemos estado haciendo algunas gestiones y afortunadamente se está avanzando bien”. 
A casi tres años de aquellas declaraciones, la Cooperativa Ferroviaria está sin trabajo y a menos de 100 kilómetros se inaugura una fábrica del rubro, donde Petrecca posa sonriente para la foto. Es obvio que no avanzó bien.
Pero la historia de desprecios hacia la Coottaj es larga. No ha pasado un político por Junín que no haya ido a sacarse una foto en la Cooperativa, con los trabajadores. Como si fueran un trofeo. De todos los colores, de todos los sectores, de distintas responsabilidades y ninguno les solucionó nada.
Y pese a que en la memoria rápida, el último que prometió fue Petrecca, también debemos recordar con claridad que muchos “compañeros” anduvieron por allí de turismo. Entre ellos el nacional y popular presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, Patricio Griffin, dependiente nada menos que de Alicia Kirchner. O el actual senador Gustavo Traverso, que prometió tantos trenes y tantas veces que finalmente ya no le permitían entrar más a la Cooperativa. 
La Coottaj, además de ser la criptonita de la memoria ferroviaria de Junín, es la fuente de trabajo de 50 familias que la vienen peleando desde hace muchos años. En una ciudad donde se estiman 90 despidos mensuales, sostener a 50 familias con un trabajo genuino, debería ser una de las grandes prioridades para el actual intendente. 
El tan promocionado “Plan Belgrano”, en honor a nuestro venerado prócer, tenía previsto una inversión de U$S 16.300 millones de dólares en obras viales, ferroviarias y aeroportuarias. Algo de eso, apenas un ínfimo porcentaje que no superase 0,1 dígito, hubiera mantenido a salvo a la Coottaj y podría haber incrementado en más de 180 puestos de trabajo genuino. Pero no se pudo, no se quiso o no se tuvo la capacidad de hacerlo.
Lamentablemente, la historia del desprecio seguirá, mientras en Junín solo somos capaces de ver un montón de fierros mezclados con maleza y galpones viejos. En el centro de esa inmensa e interminable historia de ninguneo y desprecio, los trabajadores y cooperativistas esperan y esperan que alguna vez, alguien, por poco que sea, cumpla una mínima promesa.


(*) Dirigente del PJ de Junín.