None
NEGOCIOS AGROPECUARIOS

Un índice para medir la competitividad de nuestras economías regionales

Un índice se suma al trabajo de apuntalar las economías regionales y es el que mide la competitividad, elaborado por la entidad cooperativista Coninagro con la consultora Ecolatina, presentado con muchas expectativas.
Según el nuevo índice la competitividad cayó 1,3 por ciento en 2018 en las economías regionales; la situación económica del país no ayudó.
Mientras que en el tercer trimestre del año pasado, el Indice de Competitividad de Coninagro (IC) mostró un retroceso de 3,9% frente al mismo período de 2017.
No obstante, no todas las dimensiones mostraron un desempeño negativo y el sector externo es una de las excepciones; de hecho, este pilar mostró un avance de 7,9%.
Un incremento de esta variable indica que los ingresos por exportaciones permiten adquirir mayor cantidad de bienes y servicios en la economía argentina.
Ocurre que durante el tercer trimestre, la inestabilidad cambiaria fue persistente y los saltos de tipo de cambio fueron más que significativos.
La sequía no ayudó y motivó que los productos primarios y manufacturados agropecuarios y también de las economías regionales cayeran en volumen.
Sin embargo, no todo fueron malas noticias: el aumento del tipo de cambio y las negociaciones con distintos países para abrir mercados facilitaron los envíos de producción argentina al exterior, con exportaciones que crecieron a dos dígitos en el último bimestre del año.

La sequía no ayudó y motivó que los productos primarios y manufacturados agropecuarios y también de las economías regionales cayeran en volumen.

Por otra parte, las economías regionales avanzan en la obtención de sellos de valor agregado, los cuales permiten diferenciar el producto y garantizar un estándar de calidad.
Se entiende por competitividad multidimensional de las economías regionales al conjunto de factores a nivel nacional, provincial y sectorial que determinan su productividad.
A su vez, la productividad de las economías regionales determina el nivel de prosperidad que pueden alcanzar los territorios en los que se desenvuelven.
El lema que utilizó Coninagro para presentar el índice fue “buscar nuevas herramientas para mejorar la competitividad de los productos argentinos”, enfocado en analizar la situación de las producciones de nuestro país.
“Trabajamos para que los productores sean más competitivos, trayendo propuestas e instrumentos que beneficien y permita alcanzar dicho objetivo”, indicó el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto.
Explicó que recorrieron “todo el país para conocer el perfil de los pequeños y medianos productores, con sus diferentes idiosincrasias hasta encontrar puntos en común que nos permitan analizar la evolución de las actividades que se realizan en las diferentes regiones”.
También se enumeraron las tareas de la entidad con la mirada en las producciones regionales: la presentación de una Ley de economías regionales, los aportes presentados para mejorar una ley de seguros y la Ley de semillas, sumado a pedidos reiterados por una baja en los impuestos han sido gestiones y acciones de la entidad para mejorar la competitividad de los productores agroindustriales.
El Índice de Competitividad de Coninagro (IC) se definió técnicamente como una construcción metodológica que permite medir y representar, mediante un único número, la evolución de la competitividad conjunta de las economías regionales argentinas.
Se divide en siete dimensiones que se analizan: los recursos naturales, la infraestructura, población, el entorno macroeconómico e institucional, el desempeño económico, además del sector externo y calidad-diferenciación.
“Este es un trabajo que hicimos en conjunto con Coninagro desde Ecolatina, elaboramos la metodología para medir la competitividad de las economías regionales”, reafirmó Mariángel Ghilardi Sierra, coordinadora de Estudios Sectoriales de la consultora, en diálogo con NA.
Expresó que “es un índice que refleja algo multidimensional que no tiene solamente que ver con el dólar y lo que muestra en el último año es un deterioro de la competitividad enmarcado en un contexto macroeconómico que nació por caída del consumo, los precios un poco retrasados y en esa línea es que vemos que la competitividad en los últimos tiempos se deterioró”.
“Son 24 indicadores que conforman este índice para todas las economías regionales, algunos actúan en el último tiempo de manera positiva y otros negativa”, aclaró a Noticias Argentinas.
La especialista afirmó que “en términos de concepto es muy amplio, tenemos cuestiones de demanda oferta, pero también tenemos el sector externo, la población, tenemos la infraestructura”.
Ratificó que “en 2018, la competitividad multidimensional de las economías regionales cayó 1,3 por ciento”.
“Esperamos que este año haya una mejora si el contexto macroeconómico comienza a acompañar el consumo, la demanda externa y empiezan a materializarse todas las exportaciones en las economías regionales”, añadió.
Las economías regionales que incluye el índice de Coninagro son algodón, arroz, carne bovina, carne avícola, cítricos, granos, hortalizas, leche, maní, manzanas, miel, ovinos, papa, peras, porcinos, vino y mosto y yerba mate.

COMENTARIOS