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Mauricio Macri se recluyó en el country Cumelén de Villa La Angostura y desde allí salió para compartir un acto con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, en Bariloche.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Temporada de alquimia electoral

Mauricio Macri aún no decidió quién lo acompañará en la fórmula presidencial de Cambiemos. Gabriela Michetti, su actual vicepresidenta, quiere seguir. María Eugenia Vidal tampoco ratifica si Daniel Salvador continuará secundándola en la Provincia. Cristina Kirchner ni siquiera confirma su propia postulación. Juan Manuel Urtubey acaba de anunciarla, urgido por mejorar su posicionamiento. Sergio Massa sigue la misma senda, pero aún no oficializó nada.
La indefinición de los espacios políticos más importantes abre paso a una temporada propicia para la alquimia electoral, en la que las negociaciones subterráneas comienzan a calentar motores al amparo de reuniones discretas, en diversos quinchos de la costa atlántica, la cordillera patagónica y las sierras mediterráneas. Todo discurre en modo vacaciones, aunque los funcionarios y los dirigentes con aspiraciones cuidan de no mostrarse muy distendidos en medio de la crisis.
La contracara de la prudencia reinante la dio Francisco Cabrera, titular del banco estatal BICE y asesor presidencial con oficina en el primer piso de la Casa Rosada. “Pancho”, como lo llama Macri, posó para una foto en las arenas de José Ignacio, en inmediaciones de Punta del Este, y rompió con el molde de austeridad que había requerido Marcos Peña a los funcionarios. Tampoco el Presidente se salva de las críticas, aunque en su caso son por la extensión de sus vacaciones.
Macri se recluyó en el country Cumelén de Villa La Angostura desde los últimos días de 2018 y pasó allí las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Desde ahí salió el último jueves para compartir un acto con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, en San Carlos de Bariloche. Se trató de una actividad que repetirá en las próximas dos semanas en otras provincias patagónicas (Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego), en lo que ya se considera como su primera gira electoral de 2019.
Antes, recibirá en La Angostura al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, con quien tiene una buena sintonía de gestión aunque en términos políticos eso se diluye: Cambiemos apuntala en esa provincia la candidatura a gobernador del intendente de la ciudad de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga. Macri y los armadores del oficialismo deben hacer equilibrio para que el Movimiento Popular Neuquino (MPN) no se integre a otros frentes electorales, como Alternativa Federal.

¿Patagonia rebelde?
La misma lógica sigue Macri en el caso de Río Negro. El gobernador Weretilneck, que acaba de anunciar el desdoblamiento de las elecciones provinciales para el 7 de abril, pugnará por la re-reelección si es que no lo objeta la Justicia. Y Cambiemos parece dividido entre quienes propician negociar con el gobernador para colocarle un vice propio o enfrentarlo en las urnas. Weretilneck también podría ser tentado por Miguel Angel Pichetto para aliarse con el Peronismo Federal.
En la vereda de enfrente estará Martín Soria, intendente de General Roca y jefe del PJ provincial, con chances de llegar a la Gobernación por el andarivel kirchnerista. Río Negro es un distrito de poca incidencia en el mapa nacional, pero los movimientos que ya se registran allí evidencian que los límites políticos se tornan difusos en la antesala electoral. Más clara está la situación en Santa Cruz, donde Macri directamente hará campaña para que Alicia Kirchner pierda la Gobernación.
Aun así, el Presidente deberá tomarse una foto protocolar con la cuñada de Cristina Kirchner, en lo que será su primera visita a Santa Cruz desde 2015. Tampoco había ido a Río Gallegos en condición de candidato. La gestión de Alicia Kirchner no es buena, pero la vigencia de la Ley de Lemas -que no fue vetada por la Corte Suprema- le permite ilusionarse con la reelección. En Tierra del Fuego, en tanto, la gobernadora Rosana Bertone desdobló la elección y buscará seguir en el poder.
En la provincia más austral del país tiene lugar otra de las alquimias políticas más comentadas de este verano: Bertone podría contar con el apoyo de La Cámpora –que gobierna la ciudad de Ushuaia- para evitar una derrota a manos de Cambiemos. Al mismo tiempo, la gobernadora forma parte de Alternativa Federal, junto a Urtubey, Massa, Pichetto y otros 8 mandatarios provinciales. Por eso se especula con la posibilidad de que se ausente de la isla durante la visita de Macri.
El panorama patagónico se completa con Chubut. Allí el gobernador Mariano Arcioni –que asumió tras la muerte de Mario Das Neves- ya anunció su apoyo a Massa, dentro del PJ federal. En La Pampa, en tanto, también habrá una elección desdoblada de la nacional. En ese caso, el kirchnerismo festejó una declaración del diputado Sergio Zileotto, posible sucesor del gobernador Carlos Verna, alentando un “acuerdo de unidad”.

El centro del país
Las alquimias electorales también alcanzan a la Provincia. Aquí, la apertura del debate por el desdoblamiento de los comicios alentó múltiples versiones: que Cristina podría ser candidata a gobernadora, a pedido de los intendentes del PJ; y que Vidal utilizaría una eventual reelección como trampolín para postularse a la Presidencia, en reemplazo de Macri. Ambas versiones surgieron al calor de la imprevisión política y económica que afecta al país.
Pero, en rigor, es improbable que eso suceda. En la estrategia de Cambiemos aflora con más certeza la necesidad de cortar en territorio bonaerense una eventual oleada de victorias opositoras en las provincias, antes de la elección nacional. Una suerte de dique de contención, lo cual revelaría que se trata de una jugada conjunta y no de un desmarque de Vidal. La reelección de la Gobernadora le daría resto político al Presidente.
Otra provincia central para el futuro político del país es Córdoba. El gobernador Juan Schiaretti, uno de los fundadores de Argentina Federal, irá por la reelección tras haber sufrido, en 2018, la muerte de su socio político José Manuel de la Sota. En el territorio mediterráneo hizo Macri la diferencia para llegar a la Casa Rosada en 2015. Pero ahora se registra una fuerte interna en Cambiemos por la candidatura a gobernador, entre los radicales Mario Negri y Ramón Mestre.
En la alianza gobernante a nivel nacional no faltan los que advierten que si Macri no interviene para frenar esa interna, el único beneficiado será Schiaretti. Incluso, en la Coalición Cívica de Elisa Carrió deslizan sus sospechas sobre un acuerdo subterráneo entre el Presidente y el gobernador peronista. En forma paralela, Schiaretti se muestra comprometido con el PJ federal, a tal punto que su delfín Martín Llaryora recibió en su tierra de San Francisco a Massa en los últimos días.
Y si de alquimias se trata, habrá que seguir lo que se está gestando en Santa Fe. Allí el socialismo gobernante podría romper su histórica alianza con el radicalismo y acordar con sectores del peronismo no kirchnerista, para volver a encumbrar en la Gobernación a Antonio Bonfatti. Macri transmite optimismo a sus seguidores, pero el mapa electoral que se está conformado se presenta muy disputado. Y podría requerir de  maniobras defensivas.
Por caso, las candidaturas de Federico Pinedo y Carolina Stanley a senadores nacionales por la capital. En una elección voto a voto, sería vital para el macrismo sacar una buena diferencia en el distrito que lo vio nacer. Y cuyos comicios no serían desdoblados del nacional, a juzgar por el espíritu político con el que se sancionó el flamante Código Electoral porteño.

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