None
María Eugenia Vidal, mientras disfruta de sus vacaciones, impulsa el desdoblamiento de las elecciones en territorio bonaerense.
LA PROVINCIA

Especulaciones que rodean un proyecto electoral, que la Rosada insiste en rechazar

La Casa Rosada se sigue resistiendo. El núcleo duro del poder central mantiene su rechazo a la idea que acuna el gobierno bonaerense de adelantar las elecciones en la Provincia. Hay hasta una fecha tentativa: el 30 de junio. Pero ese almanaque electoral imaginario es una y otra vez incinerado por la hasta ahora irreductible posición del macrismo que pretende que la suerte de Cambiemos se juegue toda junta en octubre.
Aun así, el vidalismo insiste. Parece convencido de que sería la mejor forma de retener la Provincia y darle un espaldarazo importante a Mauricio Macri, que sigue midiendo bastante por debajo de María Eugenia Vidal en territorio bonaerense. Invoca al menos dos razones de peso. La primera, que un triunfo anticipado de la actual mandataria terminaría potenciando al Presidente. La segunda, que podría significar un tiro de gracia para Cristina Kirchner.
En la Gobernación sostienen que los intendentes peronistas jugarán su pellejo en junio y que luego, ya no sentirán ni tendrán el compromiso de apostar todo lo que tienen y más por la ex presidenta. Imaginan así, una candidata un poco más debilitada cuando llegue el turno de octubre.
En la marea de especulaciones que existe en torno del adelantamiento hay una que empieza a sobresalir: si la idea de una Cristina que llegue sin tanto ímpetu le es funcional o no a Macri. La ingeniería oficial está sustentada en que la economía comience hacia el segundo trimestre del año a generar alguna mueca un poco más amigable. Pero también, hace base en el antagonismo con el “pasado”, esto es, la década K. En esa lógica, Cristina debería llegar a las elecciones con una dosis de apoyo lo suficientemente importante. ¿Le serviría a Macri que la tropa de la ex presidenta termine juntando los harapos de la derrota cuatro meses antes de la pelea presidencial en un escenario central como es la Provincia?

La polarización con Cristina
La presencia de Cristina es clave para la estrategia reeleccionista de Macri. En la Rosada creen que, con ella en la cancha, el ballotage sería un trámite posible de sortear. Es además la ex presidente, un dique de contención para el crecimiento del peronismo federal que hoy se debate entre lanzamientos y escasas certezas.
Pero cerca de Vidal siguen adelante con el proyecto. “Es la muestra más acabada de que si bien en la Nación no están para nada convencidos, aún no hay definición”, decían. Tanto, que mandaron a explorar alternativas en el mascarón de proa que idearon junto a Sergio Massa para impulsar el debate: la comisión legislativa que hará un dictamen no vinculante sobre el asunto hacia fines de febrero.
Hay quienes creen que la definición del tema no se extenderá tanto y que podría haber alguna resolución política, aún por fuera de esa comisión, hacia finales de este mes. Mientras tanto se avanza con algunas cuestiones. Esa comisión tendría virtualmente resuelto inclinarse por la inviabilidad del desdoblamiento de las elecciones municipales, tal como pretende Massa. “Es inconstitucional”, sostienen en Cambiemos, luego de algunas consultas con jueces y especialistas.
Ya se contó aquí que el oficialismo le concedería a Massa el cambio del sistema electoral. El tigrense quiere que no se use la boleta sábana y en cambio pasar a la boleta única de papel, al estilo Santa Fe. 
Así, los candidatos a gobernador de todos los partidos irían en una misma papeleta, separados de los intendentes que estarían en otra. De esta forma se neutralizaría el temido “efecto arrastre” que podría ejercer Vidal sobre las boletas municipales y que perjudicaría a los alcaldes massistas.
Claro que esa concesión sería parcial. Porque allí empiezan a tallar los intendentes de Cambiemos que no quieren por nada privarse de la imagen de la Gobernadora. Por eso ya se habla de una suerte de prueba piloto en algunos distritos. Tigre y San Fernando (dos comunas massistas) estarían seguro. Un gesto que podría ayudar a Massa a conservar esos distritos.
El peronismo-kirchnerismo comenzó a reaccionar frente al posible desdoblamiento. Lo curioso es que fue con posiciones encontradas. Algunos intendentes del Conurbano se adelantaron a plantear que Cristina debería bajar, en ese caso, a competir contra Vidal. Impera el criterio de la autopreservación: algunos de ellos creen que sin el arrastre de la ex presidenta sus reelecciones podrían ingresar en zona de riesgo.
El kirchnerismo salió de plano a descartar esa posibilidad. Pero al mismo tiempo azuzó otra versión: que Vidal, en caso de ser electa, podría ir luego por la Presidencia en lugar de Macri.“Ojalá Cristina sea candidata en la Provincia. Si ya le ganamos con Esteban Bullrich, imaginate con Vidal”, desafían en el oficialismo bonaerense.
Pero esa elección coincidió con el mejor momento económico de Cambiemos. Y hoy el oficialismo transita por el peor de los mundos.

COMENTARIOS