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Juan Manzur y Florencio Randazzo llevaron adelante su propia "contracumbre" peronista.
LA COLUMNA DE LA SEMANA

Entre la economía y la política

Tan maravillosa es la política que hasta podría concebir un segundo mandato del presidente Mauricio Macri a partir de 2019, incluso a pesar de su desafortunada gestión actual.
Así de sorprendente es posible que llegue a tornarse esta suerte de arte que involucra, entre otras aristas, al manejo de masas, de la voluntad popular, y cuyo éxito -medido en votos en unas elecciones- depende de dar en la tecla con una estrategia comunicacional adecuada y poderosa.
Acertar o no, ésa es la cuestión. Convencer o no.
Al Gobierno le está costando generar confianza en medio de la crisis por la que transita su gestión y el país en general.
Y es cierto que en la Argentina se suele votar con el bolsillo o, mejor dicho, en función de las expectativas económicas.
Que la sociedad considere que el rumbo del país es el apropiado, pese a que tropiece con situaciones coyunturales adversas, y que presuponga que las condiciones de vida mejorarán en un futuro cercano es crucial para que un dirigente político en ejercicio del Poder pueda obtener en las urnas el respaldo que necesita para renovar su mandato.
Macri está dispuesto a someter a escrutinio su gestión el año que viene: irá en busca de la reelección y sabe que es poco probable que la economía nacional le otorgue un guiño.
Argentina cayó en una recesión de la cual no se espera que logre salir hasta, por lo menos, el segundo trimestre de 2019.
En el caso de que lo consiga, esos "brotes verdes" quizá no lleguen a germinar lo suficiente como para alentar a los llamados votantes independientes -esos que suelen decidir el resultado de unos comicios- y motivarlos a que renueven su confianza en la actual administración central.
"La economía no nos va a hacer ganar las elecciones. Hay que domarla para no perder", enfatizó este viernes el radical Mario Negri, jefe del interbloque de diputados de la alianza Cambiemos, durante una cumbre que realizó el oficialismo en Parque Norte.
Allí, con excepción de Macri y de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se reunieron los principales referentes de las tres fuerzas que integran el Gobierno.
En ese contexto, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también aportó una frase que permite vislumbrar hacia dónde apunta el oficialismo con su estrategia comunicacional en tiempos de crisis.
"Para recuperar la confianza de la gente debemos demostrar que somos los mejores pilotos de tormenta", sostuvo Frigerio, uno de los dirigentes de Cambiemos que mejor rinde en encuestas y mediciones de imagen.

Fantasmas del "default"
Si la economía no repunta, como se espera, en los próximos meses, es indudablemente la política la que le permitirá -o no- al macrismo salvarse en los próximos comicios renovando el mandato del Presidente, en el caso de que sus estrategas de campaña acierten con un mensaje electoral convincente.
Tienen por delante un desafío sumamente atractivo, y riguroso.
En cuanto al corto y mediano plazo, el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pactó el Gobierno en busca de garantizarse gobernabilidad y ahuyentar los fantasmas de una posible cesación de pagos ("default") le posibilitará a Macri disponer de una significativa cantidad de dinero antes y durante el año electoral que se avecina.
En ese período, el FMI asegurará financiamiento por 36.200 millones de dólares para la Argentina.
¿Qué debería hacer el Gobierno con ese dinero? Estabilizar la macroeconomía, afrontar vencimientos de deuda y solventar planes de asistencia social -tratando de dar contención a los sectores más vulnerables de la sociedad, para evitarse conflictos- se destacan entre sus principales prioridades.
Errores en la política económica de la Casa Rosada generaron, una vez más, que la Argentina deje de ser un país previsible; un país que permita proyectar y concretar esos proyectos, desde realizar una inversión hasta programar unas vacaciones.
Con la actual volatilidad del mercado de cambios, cualquier previsión corre riesgo de quedar trunca hoy.
¿De quién es la responsabilidad? Claramente del Gobierno, que liberó la "timba" financiera y permitió que fondos especulativos tuvieran acceso a instrumentos de regulación monetaria: así las cosas, no debería extrañarle al macrismo y mucho menos al llamado "mago de los mercados", el ahora ex titular del Banco Central Luis Caputo, que el dólar se haya disparado por encima de los 42 pesos por unidad para la venta.
Pese a todo, puertas adentro en el Gobierno consideran que aún existe margen para convencer a la sociedad de que "lo mejor está por venir" y se aferran a la ilusión de que Macri y compañía salgan airosos en los comicios de 2019.
En la Capital Federal, también es de esperar que el alcalde Horacio Rodríguez Larreta vaya en busca de su reelección y lo propio ocurriría en la provincia de Buenos Aires con la gobernadora María Eugenia Vidal.
En este sentido, el candidato a vicegobernador volvería a ser Daniel Salvador, que actualmente se desempeña en el cargo, o en su defecto, el dirigente que "el radicalismo defina" el año próximo.
"Así funciona Cambiemos en la provincia de Buenos Aires", dijo una fuente consultada por esta agencia.
En estos días, mientras se aguarda el ingreso del proyecto de Presupuesto 2019 a la Legislatura bonaerense, en la Gobernación están atentos a lo que sucede en el distrito de Moreno, ya que, según consideran, "pasan cosas raras todo el tiempo", después de la explosión en una escuela por un escape de gas -con un saldo de dos personas muertas-, el secuestro y tortura de una maestra, y el posterior incendio de otro colegio.

Efecto cuadernos
En medio de la crisis que afecta sobre todo a la clase media y a los sectores más postergados de la sociedad, es probable que Vidal refuerce su estrategia de "estar cerca de la gente", con recorridas periódicas por la Provincia y más anuncios vinculados con asistencia social.
En el principal distrito electoral del país también siguen de cerca la evolución de la causa judicial de los cuadernos de las coimas, dado que involucra a la ex presidenta Cristina Kirchner, la dirigente de la oposición que mayor caudal de voto cautivo posee en esa jurisdicción.
El kirchnerismo atesora su núcleo duro en la Provincia y a esos potenciales votantes justamente les hablan los lugartenientes de Cristina cuando procuran instalar y consolidar la idea de que "es todo mentira" lo que declaran acusados y/o "arrepentidos" en los tribunales federales de Comodoro Py.
En tanto, el peronismo dialoguista o federal busca despegarse cada vez más de Cristina, quien debería "ir presa" si no fuese por los fueros legislativos que ostenta gracias a su condición de senadora de la Nación, de acuerdo con palabras del fiscal de la causa de los cuadernos Carlos Stornelli.
El jueves pasado se llevó adelante una "cumbre" de potenciales candidatos a presidente por el Partido Justicialista (PJ) que despertó una singular expectativa en las redacciones periodísticas aquí en Buenos Aires.
Asistieron los gobernadores Juan Schiaretti, de Córdoba, y Juan Manuel Urtubey, de Salta; el senador Miguel Pichetto y el ex diputado Sergio Massa.
Los cuatro saben perfectamente que, si bien deben mantener una postura crítica hacia el Gobierno, están obligados a acompañar a Macri hasta el final del mandato para fortalecer sus aspiraciones de mudarse a Balcarce 50, porque si la gestión del oficialismo que viene a los tumbos se desploma finalmente, el beneficiado estelar será el kirchnerismo, que apuesta al caos para resurgir.
Urtubey, mientras tanto, busca posicionarse mejor en Buenos Aires, tratando de robustecer los niveles de conocimiento que la sociedad posee de él, sobre todo en la Provincia. También intenta ampliar su presencia en redes sociales.
El mismo jueves, el tucumano Juan Manzur y el ex funcionario del gobierno anterior Florencio Randazzo llevaron adelante su propia "contracumbre" peronista, aunque todos dependen de lo que ocurra en definitiva con Cristina.
Así de maravillosa y de imprevisible es la política a veces.

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