OPINIÓN

La estampida del dólar quedó en el centro de todas las inquietudes económicas y políticas

En el Gobierno estaban seguros que el dólar comenzaría a bajar después del anunciado acuerdo con el FMI. El flamante titular del Banco Central, Luis Caputo, había aconsejado a los empresarios agropecuarios vender dólares porque suponía que el precio se inclinaría a la baja. Pero se llevaron una sorpresa. El billete se mantenía firme y tocaba 29,00 pesos.

¿Qué pasaba?
Los bancos y fondos de inversión que tienen en sus carteras una enorme cantidad de Lebacs no saben qué solución va a encontrar el Gobierno.
El Banco Central en la semana recompró Lebacs. Unos 150.000 millones. Una parte se fue a dólares.
Dujovne anunció que se va a canjear directamente una parte de las Lebacs por bonos de largo plazo del Tesoro. Además, el Tesoro venderá parte de los dólares que consiga con el FMI para devolver préstamos al Banco Central y que este a su vez compre parte de las Lebacs que están en el mercado. Ninguna de estas soluciones conforman al mercado. Por eso algunos venden en forma anticipada.
Los Fondos Comunes se cubren en estos días comprando dólares, saben que el precio es elevado.
Desde junio del año pasado hasta ahora subió un 66 %. Entonces el martes aparece el Banco Central a vender dólares y frenar la suba.

¿Por qué?
El paro de camioneros, algunos gremios estatales y docentes.
La huelga general de la CGT para el 25. Los precios que lentamente comienzan a subir. No lo hacen en forma abrupta porque se vende menos y la gente opta por segundas o terceras marcas.
La devaluación del peso complica la reducción de los subsidios a la electricidad, el gas y el transporte público. Los insumos básicos de estos servicios están dolarizados. Esto obliga a que las tarifas aumenten más que el dólar para que los subsidios bajen.
El Gobierno señala que si no hay acuerdo para el Presupuesto 2019 con ajustes se repetirá el de este año. Esto le daría al Gobierno una flexibilidad más grande.
Miguel Pichetto, en cambio, señaló: ¿Cuál es la señal para el mundo si no hay acuerdo en el Presupuesto Nacional? ¿Cuál sería el mensaje al FMI, justamente cuando ellos esperan el consenso político de toda la sociedad?
Dujovne señaló que después de lo que pasó con las jubilaciones en diciembre y el veto al retroceso en las tarifas, no confiaba en ningún peronismo.
Después se supo, que economistas de la oposición estaban preparando una trampa perfecta. La idea era la siguiente: “Para demostrar que el ajuste era para todos, proponían que con la suba del dólar, al sector agropecuario no sólo no le bajarían las retenciones sino que aumentarían un 5 % para recortar el déficit”. En el trabajo se indicaba que de esa manera se mostraría solidaridad entre los distintos sectores sociales.
Además habría que reducir los aranceles y otras barreras a las importaciones. “Una forma- indicaban- de demostrar que el ajuste es para todos”. “Al mismo tiempo lo que permitirían estas medidas, es que los precios de los alimentos, e insumos energéticos no aumenten demasiado.
Además se encarece el costo de viajar al exterior más que el consumo de bienes y servicios.
Al Gobierno le sería difícil eludir el desafío. Las entidades del campo se movilizaron. Sabían que el peronismo iba por la renta del sector. Otra vez, como la 125, se enfrentarían con el campo.
Después del recreo del Mundial, vienen meses donde en materia económica se tendrá que cruzar el desierto con poca agua en las cantimploras. Del otro lado todo el peronismo, como hizo cada vez que estuvo en la oposición, se encolumna detrás de los gremios combativos. Desde allí, a lo largo de la historia debilitaron al gobierno de turno. Ninguno terminó su mandato, después de varias huelgas generales.
Carlos Melconian mientras tanto hacía un cálculo. El dólar que recibió Néstor Kirchner en 2003, después de la brutal devaluación de Duhalde, era de 3,70, al precio de hoy sería 41 pesos.
¿Los 29 pesos son insuficientes para corregir la cuenta corriente?

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