Llegaste a esta sección del diario, gracias. Tengo la sensación de que son pocos los que leen mi columna, quizá era buena idea aceptar la propuesta de Lisandro de desarrollarla en formato audiovisual pero bueno, ya son más de cinco años y tengo que confiar en que algunos se detienen. No quiero mencionar las cifras del fenómeno de la desatención, acaso estaría generando la causa y automáticamente los perdería como lectores.
La saturación es una consecuencia contemporánea de la infinidad de información en manos de múltiples emisores. Todos, sobre todos los temas y todo el tiempo tenemos algo para decir. Fue el aborto, la selección y ahora el dólar. El punto es que nuestro cerebro ha desarrollado una nueva capacidad para descartar los contenidos repetitivos o autores poco relevantes. Estamos frente a un déficit de atención masiva y la publicidad, sobre todas las cosas, debe transformarse.
¿Cuál es la
solución comercial?
Una posibilidad es subirse al avioncito que sobrevuela Junín y poner un disco repetitivo, el punto es que eso demanda a priori disponibilidad de presupuesto que para el caso tampoco garantiza nada. La alternativa, contar con una estrategia creativa de alto impacto que gane por originalidad y fundamentalmente que tenga un enfoque integral. Así funcionan las marcas exitosas, atraviesan las defensas y naturalmente se suman a nuestra vida porque así lo decidimos.
¿Es más caro?
Son muchos los que piensan que la solución “hágalo usted mismo” es una buena opción. Bajo este paradigma se desarrollan contenidos (gráfica y texto) de baja calidad e impacto. Esto redunda en pérdida de tiempo y oportunidades comerciales, acciones que operan a modo de bálsamo ya que, de esta forma la gente piensa que está haciendo algo por su negocio y sigue con su vida, esperando resultados que nunca llegan.
Es simple, los contenidos conforman la materia prima, el núcleo por el cual la gente visualiza y valora nuestros productos y servicios. Ya sea en la pre-compra o conocimiento de las opciones, la posterior investigación, el proceso de compra y la post compra, todo está atravesado por lo que generan las marcas como discurso.
Se trata de un Mercado que siempre está encendido y bajo este paradigma nuestra empresa nunca está “cerrada”. Siendo las cuatro de la madrugada alguien, en algún lugar puede estar evaluándonos. Ya no somos nosotros los que dedicimos cuándo y cómo nos exponemos, estamos obligados a generar contenidos de calidad que representen a nuestra marca en distintos medios y formatos, todo el tiempo.
¿Qué está diciendo tu marca en este momento?<
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