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María Eugenia Vidal cerraría con los gremios estatales una suba salarial del 15%, haciendo algunas concesiones adicionales.
PANORAMA PROVINCIAL

La semana del número mágico parece llegar por fin a las costas bonaerenses

Vidal busca cerrar un acuerdo por el 15 por ciento con la mayoría de los gremios estatales.

Si los vientos que parecen empujar el acuerdo no cambian bruscamente de cuadrante, es altamente probable que hacia el final de esta semana María Eugenia Vidal pueda sumar parte de su propia paritaria al lote de acuerdos salariales que vienen cerrando varios gremios nacionales en torno del 15 por ciento.
El martes los negociadores oficiales recibirán a dirigentes de los gremios estatales con quienes se han venido reuniendo en forma reservada desde hace varias semanas. El posible cierre va en sintonía con el porcentaje  con formato de techo establecido a nivel nacional que la Gobernadora pretende aplicar a rajatabla en la Provincia.
El camino parece, en parte, allanado. Hubo, sí, un cambio sobre la marcha en las negociaciones: Vidal volvió sobre sus pasos al no poder convencer a los docentes y optó por ir hacia lo más seguro para mostrar su primer acuerdo paritario 2018 con los gremios dialoguistas.
La mandataria, aun cuando ha logrado buena parte de su objetivo de que las clases sigan adelante pese a la pelea salarial irresuelta con los maestros -hubo un paro por 48 horas en el arranque del ciclo lectivo y otro está previsto para esta semana-, sigue sin lograr que el Frente de Unidad Docente le acepte la oferta que incluye el mencionado porcentaje, el plus por presentismo de 6 mil pesos al año y otro por capacitación que ronda los 3 mil pesos.
Difícil que unos y otros se muevan mucho de sus posiciones. La Gobernadora no se saldrá del 15 por ciento que surge como virtual imposición del Gobierno nacional. Tampoco está dispuesta a que le tuerzan el brazo para que reimplante la cláusula de ajuste automático por inflación, como reclaman los sindicatos. Ofrece en cambio reabrir la paritaria bien hacia fin de año para revisar si ese techo, como todo el mundo supone, termina siendo devorado por el incremento del costo de vida. Los gremios docentes no quieren firmar lo que consideran un ajuste de los salarios de sus representados.
Ahí surgen en escena los gremios estatales, que parecían relegados en las prioridades paritarias de la Provincia. Vidal sabe que buena parte de las organizaciones que forman la mayoría en la paritaria de ese sector, están dispuestas a seguir el mismo camino que varias organizaciones nacionales como Comercio, Uocra y otras tantas más que tienen buen diálogo con la Rosada, que cerraron por ese 15 por ciento.
Afuera siguen quedando los gremios duros como Bancarios y Camioneros. Una réplica de lo que en la Provincia representan docentes, el sector de estatales nucleados en ATE, judiciales y médicos.

Cerca del acuerdo
No está claro todavía cómo será el cierre con los representantes dialoguistas de los trabajadores estatales como UPCN y las organizaciones de Fegeppba. “Queremos lo mismo que le ofrecieron a los maestros”, dicen. Además del famoso 15 por ciento, reclaman el plus por presentismo y algún otro adicional que podría tener formato de capacitación o un esquema similar que llegue a la totalidad del universo de los agentes.
Ese esquema, junto a algunas otras concesiones -cobertura de cargos por concurso, por caso-, podría permitirle a Vidal mostrar un cierre con el esquema que ansía la Nación.
¿Podría ese acuerdo empujar al resto de los gremios combativos a aceptar la oferta oficial? Es altamente probable que no, aun cuando el conflicto salarial no se materialice con medidas de fuerza y protestas extendidas.
Puede, sin embargo, decidir al Estado a adoptar una determinación que nadie descarta: disponer en forma unilateral la liquidación del aumento salarial que los maestros siguen rechazando. Antes, el miércoles, habrá una nueva propuesta oficial que quizás tenga algún retoque, pero no cambios de fondo.
Menos ruido hace por ahora la política en el oficialismo, lo que no quiere decir que los diversos actores de Cambiemos estén de brazos cruzados.
Los radicales salieron en las últimas horas a marcar la cancha. Saben que no tienen chances de competir por la Gobernación, un espacio reservado sin discusiones para Vidal. Pero ante una eventual amenaza macrista, decidieron exponer pretensiones en busca de conservar lo que tienen y promovieron la continuidad del vicegobernador Daniel Salvador.
La UCR quiere curarse en salud. Nadie olvida que si hubiera sido por el PRO, el compañero de fórmula de Vidal hubiese sido  Cristian Ritondo.
Ritondo aquilata un récord: estuvo en la fórmula un día. Una intervención de Ernesto Sanz terminó con Salvador como compañero de Vidal y, de paso, con las ilusiones del ahora ministro de Seguridad.
En la UCR creen que quitarles ese espacio institucional supondría poner en innecesaria tensión a la alianza gobernante. Pero por la dudas, en una reunión que se realizó en Carhué, un sector del partido blanqueó sus intenciones.
En el Ejecutivo hay otros asuntos que atender. Por caso, la polémica que se generó con el turf por la ley de financiamiento para el sector. Vidal anunció un recorte de los subsidios por 250 millones de pesos para este año y el envío de un proyecto a la Legislatura para que el aporte estatal a través de lo que se recauda por las tragamonedas, vaya desapareciendo.
El proyecto, misteriosamente, nunca llegó al Parlamento. Algunos insidiosos en el propio oficialismo deslizan que un diputado nacional del PRO muy ligado a la actividad agropecuaria habría interesado al presidente Mauricio Macri para que no se avance en el tema antes de intentar un acuerdo con el turf. Si la gestión existió, hay que reconocer que por ahora logró su cometido.

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