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MARKETING APLICADO

Hacelo simple

La industria de la toma de decisiones.

Esta semana necesité los servicios de un comisionista. La urgencia era tal que mi decisión se inclinaría hacia el primero que me simplificara las cosas. La columna de hoy apunta a evaluar el sistema de toma de decisiones, un mecanismo que muchas empresas locales deben revisar para poder crecer. 
En un contexto local donde la competitividad se incrementa en cada uno de los rubros, quienes ofrecen productos y servicios deben indagar en los detalles que inclinan la balanza. En este punto, debemos preguntarnos: ¿cómo podemos hacer más fácil la elección por nuestra propuesta?
Si cada uno de nosotros hace una revisión del proceso búsqueda y toma de decisión por el que atraviesan nuestros clientes, seguramente encontraremos modificaciones que puedan favorecernos. Datos de contacto, listado de productos, detalle de servicios, dirección, horarios y precios según cada caso. 

¿Es simple trabajar con tu empresa? 
Tomando mi experiencia semanal, en primera instancia me incliné por el clásico llamado telefónico. El derrotero incluyó búsqueda de datos, información imprecisa y varios intentos fallidos. Incluso intenté acercarme personalmente pero no estaba claro el horario de atención. Mi preferencia final no tuvo relación con experiencias previas (buenas o malas) y  valoraciones del servicio sino tan sólo con la necesidad de atención rápida, simple y efectiva. Simple, contraté al primero que me atendió.
Decidir nunca fue tan complicado, no sólo por las alternativas que tenemos a nuestro alcance (físico) sino además por los mercados virtuales que erosionan el valor de la oferta local. Se le suma a eso la posibilidad de comparar precios a un click y resolver infinidad de necesidades a distancia.
Surge en este punto el concepto de la “industria de la toma de decisiones”, algo a lo que nos dedicamos quienes asesoramos a comercios y pymes. Si nuestro trabajo resulta exitoso, más personas elegirán la oferta que administramos, caso contrario acudirán a la creciente competencia. 
Propongo hacer foco en lo que realmente mueve el amperímetro de las ventas, ese momento mágico de la toma de decisiones. Tomando como base el valor de cada propuesta, en algún punto el instinto y la naturaleza humana se inclinará por la opción más simple y que requiera el menor esfuerzo. Por eso, si queremos que la gente haga algo, simplifiquemos nuestras formas. Se trata de abrir las puertas de los negocios, brindar información clara, constante, precisa y generar una omnipresencia físico-digital que acerque la marca a la gente. Hacelo fácil, hacelo simple.

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