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ENFOQUE

Marcada volatilidad del mercado

Mientras en los mercados internacionales, en un marco de abundante oferta, demanda estable y una inevitable acumulación de stocks, las cotizaciones de la mayoría de los granos no encuentran su piso, en el mercado local, producto de la incertidumbre por la falta de precipitaciones adecuadas en gran parte de la región productora en la fase final de la siembra y el desarrollo de los cultivos, los precios evolucionan con firmeza.
En efecto, tanto en soja como en maíz, las caídas en el Mercado de Chicago a lo largo de las últimas cuatro semanas, para la posición mayo/18, coincidente con la salida de la cosecha argentina, superaron los 22 y 7 dólares la tonelada respectivamente, en tanto que en el mercado interno –con alta volatilidad- los precios tendieron a consolidarse, producto de las condiciones climáticas adversas, que permiten inferir menores volúmenes de producción para el ciclo 2017/18.
Ello llevó a que los productores continúen reteniendo parte de la cosecha 2016/17 y realizaran escasas operaciones de la nueva zafra. 
Hacia mediados de enero todavía faltaba por vender aproximadamente el 28% del total recolectado de la soja del ciclo que está por finalizar, lo cual representa algo más de 16 millones de toneladas.
En ese marco los operadores, ávidos de mercadería para su procesamiento, incrementaron los precios para las entregas inmediatas hasta niveles de 275 dólares la tonelada, cuando se  negociaba tan sólo un mes atrás a 255 a 260 dólares la tonelada. 
Esto sin duda afecta los márgenes de la industria que si bien redujo su volumen de procesamiento, incrementado en forma considerable su ociosidad, debe seguir operando, dado los altos costos que implica la inmovilización de las plantas y la necesidad de cubrir sus compromisos de exportación.
Si el análisis se realiza en la moneda local, se llegó a operar soja con descarga inmediata y pago a 60 a 90 días a un valor récord de 5.350 pesos la tonelada, versus 4.200 a 4.500 pesos la tonelada un mes atrás. 
En tal sentido las variaciones de los últimos días en la cotización del dólar, también colaboró al incremento de los precios internos.
Sin duda, el productor ante las fluctuaciones de los precios citadas, opta por esperar aún mejores cotizaciones, aunque los negocios para la nueva cosecha se realicen en niveles por  debajo de los actuales en torno a 265 a 270 dólares la tonelada para las posiciones mayo/julio del corriente año. 
Algo similar se dio en los dos últimos ciclos, donde se registraron marcados atrasos en la comercialización de este oleaginoso, modalidad que sin duda representa un "resguardo de  valor" para el productor, privilegiando retener su mercadería, ante la posibilidad de optar por otro tipo de inversiones. 
En maíz, si bien el flujo de ventas es muy superior, también se observaron mejoras significativas con valores similares tanto para la entrega inmediata como para las posiciones de nueva cosecha en torno a 151 a 152 dólares la tonelada.
El trigo no es la excepción, habiendo mejorado su precio local notablemente en los últimos días, como consecuencia de una muy dinámica demanda de la exportación y de la industria. 
Valores actuales de 170 a 172 dólares la tonelada tienden a consolidarse en el tiempo, dada la menor oferta esperada, y la necesidad de contar con mercadería de calidad negociándose los meses de junio y julio por encima de 175 a 176 dólares la tonelada.

(*) Agritrend SA.

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