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María Eugenia Vidal sabe que se vienen tiempos tormentosos en la relación con la dirigencia gremial.
LA PROVINCIA

Largó el debate por la reforma previsional

El blanqueo oficial de un proyecto polémico que todo el mundo veía venir

Acaso con cierta dosis de imprudencia y bastante a destiempo para las necesidades políticas del oficialismo, el presidente del Instituto de Previsión Social terminó por blanquear lo que se sospechaba en todos los ámbitos políticos e institucionales bonaerenses: que el gobierno de María Eugenia Vidal va por una reforma del sistema jubilatorio.
Sus palabras no dejaron lugar para dudas ni equívocos. Emparentó lo que se pretende hacer en la Provincia con lo que ocurrió a nivel nacional y el polémico cambio en la forma de calcular las jubilaciones, que desató la violencia en las calles en el diciembre caliente del año pasado y que obligó a la administración de Macri a pagar un alto costo político por esa medida que sacó con fórceps del Congreso.
Cristian Gribaudo, quien está a cargo de la caja previsional bonaerense y es además un hombre de confianza del presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, habló, aunque sin utilizar directamente el término, de ir hacia una armonización con el sistema del Anses. Y adelantó una discusión que Vidal quizás tenía previsto anunciar en su discurso de arranque de las sesiones ordinarias de la Legislatura.
Se trata de un tema por demás sensible y en el que se cruzan números y posiciones encontradas. Acaso demasiado urticante como para lanzarlo al voleo sin que formalizara un ámbito de análisis y discusión con los gremios, bloques parlamentarios y especialistas previsionales.
La necesidad de avanzar en una reforma previsional es la discusión central. En las proyecciones que se realizan en despachos oficiales se dice que el IPS -que cuenta con casi 800 mil aportantes y 290 mil beneficiarios- no tiene las dificultades de la Caja del Banco Provincia que para 2018 acumulará un rojo cercano a los 6 mil millones de pesos. Sostienen que su situación financiera no es tan compleja, pero que ya comenzó a generar déficit.
El cuadro, de acuerdo a esos datos, podría agravarse hacia 2020: se estima que, de no avanzar con las reformas que ya tienen forma de proyecto -varios borradores circularon hacia fines del año pasado por despachos oficiales y de legisladores-, el déficit será de unos 5 mil millones de pesos.
Pero diversos especialistas previsionales consideran que el sistema está hoy equilibrado y que si empieza flaquear se debe, en parte, a decisiones que adoptó el propio Ejecutivo. Hay que anotar una cuestión básica: el crecimiento en la expectativa de vida hace que los pasivos sean pasivos por muchos más años que antes, es decir, el IPS debe pagar beneficios durante más tiempo a sus beneficiarios. Y eso no es imputable a una medida de gobierno.
Sí, en cambio, el hecho de que se haya resuelto congelar las plantas de personal y, en forma paralela, jubilar a ca  si 50 mil estatales y docentes en los últimos dos años. Ese combo impacta por partida doble en las cuentas del organismo previsional, porque por un lado existen menos aportantes y, por el otro, más beneficiarios del sistema.
Jubilación a los 65 años
La decisión de ir hacia una suba de la edad para jubilarse aparece al tope de las intenciones oficiales. Hoy los estatales se retiran a los 60 años. Llevar a 65 años la edad para que los hombres accedan a la jubilación es prácticamente un hecho.
Sin embargo, existe una situación bastante más compleja que tiene que ver con los docentes. Pueden acceder a la jubilación a los 50 años. La hipótesis de máxima de la Provincia es que el retiro sea a los 60 años para las mujeres y 65 para los hombres. También, llevar el mínimo de aportes requeridos de 25 a 30 años. La guerra con los gremios del sector, ya está declarada.
El cálculo de la jubilación es otro de los aspectos centrales de la reforma. En el caso nacional se toma el promedio de los últimos 10 años trabajados, pero en la Provincia se computan los tres mejores años consecutivos o cinco alternados.
Finalmente, la pérdida de la “movilidad” jubilatoria es otro de los motivos del rechazo sindical. En la Provincia los beneficios se ajustan en función de las negociaciones salariales del personal en actividad que se trasladan a los pasivos. En el caso del Anses, por la controvertida fórmula matemática que se terminó sancionando a fines del año pasado.
Esa es la hipótesis de máxima, la que plantean algunos funcionarios del Ejecutivo que implica la tan meneada armonización con el Anses. No es, sin embargo, la idea que anida en otros sectores del gabinete de Vidal que estarían dispuestos a flexibilizar el proyecto.
Son los que se inclinan por establecer un mesa de diálogo con los sindicatos y fuerzas políticas bonaerenses con la premisa de que “algo hay que hacer” porque el IPS, aseguran, se terminará transformando en un dolor de cabeza.
La suba de la edad jubilatoria surge inevitable, aun cuando se ponga en discusión la particular situación de los docentes. De todos modos, el impacto de la medida sería gradual porque se aplicaría en forma escalonada como, por ejemplo, subir un año la exigencia cada dos años calendario.
Existen algunas medidas alternativas que sobrevuelan por algunos despachos. La mayoría apuntan a evitar la armonización lisa y llana con el sistema de Anses. Una de ellas busca fortalecer los ingresos del Instituto de Previsión con un aumento de los aportes que realizan tanto los trabajadores como el Estado. En el caso de los docentes es del 16% de su sueldo, del 14% los estatales y el Estado realiza otro 12%. Subir uno o dos puntos para cada sector sería una de las propuestas.
Hoy los jubilados no aportan al IPS, son directamente beneficiarios. Hay quienes sugieren que aquellos que cobran haberes más altos contribuyan al sistema con el 5 por ciento de la pasividad.
Existe un puñado de medidas más. Pero la gran duda es si de lo que se habla alcanza para cerrar la brecha que, dicen en despachos oficiales, se empezó a abrir en el sistema previsional bonaerense.
La cuestión puede que se vuelva más sensible para las arcas del IPS si la Provincia se decide a adoptar una medida que analiza por estas horas y que tiene que ver con un planteo nacional: aplicar jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios. Un combo de más beneficiarios y menos aportantes que habría que anotar como otro tema que puede contribuir acentuar el desequilibrio de las cuentas previsionales.
Los gremios, que ya estaban en alerta, se preparan para resistir el embate. Hay quienes creen, en defensa de Gribaudo, que no resultaría casual el anticipo del funcionario. En momentos en que se avecina la discusión salarial, el debate podría transformarse en una carta de negociación del Gobierno para condicionar aquella pulseada que asoma áspera y compleja.

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