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OPINIÓN

Cajeros automáticos, un caos

Aunque la vocación sea imprimir optimismo de cara al comienzo de un nuevo año, algunas cuestiones inevitablemente nos obligan a formar una visión pesimista del presente de nuestro país.
Una de esas tantas es la dificultad a la que nos enfrentamos muchos de nosotros a la hora de intentar retirar nuestro dinero a través de un cajero automático.
En primer lugar nos encontramos con la dificultad de que las benditas máquinas logren leer la tarjeta de débito, ya sea por la falta de inversión en un sistema más eficiente, o la falta de renovación de cartones de los bancos emisores, o tal vez simplemente por la falta de mantenimiento de los artefactos en cuestión, lograr acceder al sistema ya es una tarea difícil.
Una vez atravesada la primera posta de identificación, accedés al sistema con la esperanza de que el tiempo que invertiste hasta ese momento no haya sido en vano. Y entonces el cajero te responde con un frío y tecnológico código de error acompañado de la frase: "En este momento no podemos entregar dinero".
Si hay algo en lo que todos los economistas están de acuerdo es en que este modelo económico ha beneficiado por sobre todas las cosas al sector financiero, a los bancos fundamentalmente y, por ende, a todas las empresas a las que tercerizan sus servicios, como es este caso.
Como conclusión vivimos en un país, donde los sectores que más ganan lo hacen siempre en detrimento de los sectores que menos lo hacen, porque ni aún en contextos de crecimiento de sus ganancias mejoran los servicios básicos que utilizan sus clientes.
Al margen de todo esto, se encuentra el Estado, que parece muy preocupado en hacernos hacer esfuerzos para reparar los errores del pasado, pero no puede garantizar ni siquiera que podamos acceder con facilidad a nuestros salarios, que obviamente son escasos, pero son nuestros y tenemos el derecho de utilizarlo cuando lo creamos conveniente. 
Por último, están los cajeros automáticos que permanencen durante varias semanas fuera de servicio, como el que está situado en el interior del edificio de la Sociedad Comercio e Industria, que suele averiarse con demasiada asiduidad y ayer, por caso, no estaba funcionando, ante el malestar y las quejas de los vecinos y usuarios que se acercaban al lugar y no podían acceder al servicio, justo en la víspera de la llegada de los Reyes y, por ende, en días de mucho movimiento comercial en la ciudad. 

(*) Ex concejal y presidente del Frente Renovador de Junín. 

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