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PUNTO DE VISTA

El Viejo Mundo

El mundo envejece. Cada vez vivimos más y nos reproducimos menos. Los expertos sugieren que se cambie la definición de la palabra anciano. En Alemania, con elecciones este domingo, la canciller Ángela Merkel y el candidato socialdemócrata, Martin Schulz, acordaron no tocar la edad de jubilación, fijada en 63 años. Los mayores de 60 años representan el 36 por ciento de los votantes. Serán por primera vez el grupo más numeroso. Esa porción moderada del electorado suele inclinarse por los partidos tradicionales, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y el Partido Socialdemócrata (SPD) de Schulz, así como por los liberales del FPD.
Merkey y Schulz entendieron en el único debate que mantuvieron que no era buena idea adentrarse en el terreno espinoso del aumento de la edad de jubilación, potenciado por la baja de la natalidad y el alza de las expectativas de vida. Eso no ocurre sólo en Alemania.
Por primera vez en la historia la cantidad de japoneses mayores de 90 años supera los dos millones sobre un total de 126 millones de habitantes, según estimaciones gubernamentales. También baten récords aquellos que tienen 65 años. Representan más de un cuarto de la población. Un 11,9 por ciento conserva sus empleos regulares y un 39 por ciento continúa trabajando en forma irregular.
El de Japón es el mayor aumento de personas en edad de retiro en el Grupo de los Siete. Le siguen Italia, Alemania y Francia. Los menores de 14 años están en un mínimo histórico.
En 2030, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), habrá 7,9 millones de trabajadores japoneses menos que en la actualidad. A este ritmo, la población se reducirá a 86 millones en 2060 y la proporción de mayores de 65 años superará el 40 por ciento.
Para muestra basta el emperador Akihito, de 83 años. Será el primero en abdicar desde el emperador Kokaku en 1817. Adujo razones de edad y de salud. El Parlamento debió sancionar una ley excepcional para permitírselo.
En Europa, el 43 por ciento de los embarazos no son intencionados, según el Foro de población y desarrollo del Parlamento Europeo. Un anuncio mostraba en Italia a una mujer con un reloj de arena y una leyenda que decía: “La belleza no tiene edad. La fertilidad, sí”.
En otro había un par de zapatitos de bebé rodeados por un listón con los colores de la bandera italiana. Otro exhibía a un hombre con un cigarro a medio consumir: “No permitas que tu esperma se esfume”. Las imágenes formaban parte de un esfuerzo gubernamental para promover el Día de la Fertilidad, el 22 de septiembre de 2016. Cayeron pésimo. Debieron ser retiradas. Crearon más rabia que bebés.

Cuestión de pañales
En Japón, con una expectativa de vida de 83 años, la edad del emperador Akihito y, a su vez, la más alta del mundo junto a la de Suiza, las ventas de pañales para adultos superan a las de niños.
¿Por qué ha envejecido la población? Una encuesta realizada entre octubre y noviembre de 2016 por la Asociación Japonesa de Planificación Familiar arrojó un resultado sorprendente: el 47,2 por ciento de los matrimonios no había tenido sexo el mes anterior. La tendencia va en aumento desde 2004. La causa: los hombres están cansados y a las mujeres les da pereza.
Entre el cansancio y la pereza, todos los intentos de elevar la natalidad en Japón han fracasado mientras los políticos se resisten a suavizar las leyes de inmigración a pesar del temor a una crisis en la financiación del sistema de bienestar, creado para una sociedad en rápido envejecimiento. Prevén llevar la edad de jubilación a los 75 años. Algo similar sucede en China. Cerró 2016, el primer año de la política de dos hijos por pareja, antes limitada a uno, con el mayor número de nacimientos del siglo, 17,5 millones. Igualmente, el boom no alcanza para reparar el déficit de su pirámide de población, la más numerosa del mundo.
Cada segundo dos personas cumplen 60 años en el planeta, según la ONU. Entre 2000 y 2005 la expectativa de vida era de 65 años para los hombres y de 69 para las mujeres. Entre 2010 y 2015 pasó a ser de 69 años para ellos y de 73 para ellas.
Roman Herzog, presidente de Alemania entre 1994 y 1999, habló de “la democracia de los jubilados”. Murió en 2008. Herzog legó un aviso, más que una observación, en un mundo paradójico. El viejo elige el gobierno, pero, como apunta el escritor mexicano Jordi Soler, ha sido “reemplazado por el joven técnico que conoce las claves para acceder a la información, para transmitirla, multiplicarla y manipularla; el viejo sabio habla desde su experiencia mientras que al joven técnico le basta con tener wifi al alcance para conectarse a Internet”. Moraleja: el viejo decide, pero el joven manda.

(*) Periodista, dirige el portal de análisis internacional El Ínterin; columnista en la TV Pública. 

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