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La utilización de la capacidad instalada industrial sigue en preocupante descenso.
ECONOMÍA

En emergencia y cierre de empresas

Como informó el INDEC, el panorama económico industrial y agropecuario parece retardar su reactivación. La economía en 2016 bajó 2,3 por ciento, porcentaje similar al de 2014 (-2,5 por ciento). Pero antes de comparar estas variables con la capacidad industrial instalada, se repasará la situación sectorial: los rubros manufactureros, la principal caída acumulada (enero-mayo ‘17 vs. enero-mayo ‘16) fue en Industria Textil (-17,9 por ciento); Industria del Tabaco (-11,8); Edición e Impresión (-7,7); Papel y Cartón (-5,4); Refinación de Petróleo (-2,7); Productos Minerales no metálicos (-2,4); Productos de caucho y plástico (-1,7); Sustancia y productos químicos (-1,6); e Industria Alimenticia (-1,1 por ciento). Los únicos bloques que mostraron recuperación en estos primeros cincos meses fueron: Industria Metálicas Básicas (2,3 por ciento); Industria Automotriz (4,1); y Resto de la Industria Metalmecánica (3,1). En estos primeros meses del año, de doce rubros manufactureros, solo tres tuvieron números positivos, mientras que los restantes nueve experimentaron caídas. 
Este panorama evidencia otra cuestión que algunos analistas confunden cuando analizan la industria manufacturera y el peso real que tiene en la economía y la política. Una forma de medirla y que ayuda a comprender el peso económico de los sectores económicos industriales es medirlo por la generación de divisas. El principal sector generador de divisas, después de Cereales y Oleaginosas, es Alimentos y Bebidas (firmas dominantes en el sector son Arcor, Molinos, Ledesma) y así se puede observar el lado político. No hay que confundir hierro con caramelos. Son los caramelos y el sector agrícola concentrado –principalmente cereal y oleaginoso– los principales generadores de divisas y, a su vez, uno de ellos generador de un ritmo creciente de la inflación. El debate no se agota aquí pero vale destacarlo.

Fuerte caída
Retomando los datos del Estimador Mensual Industrial (EMI-INDEC) de los doce rubros manufactureros nueve están en rojo en los primeros cincos meses de 2017 comparado contra 2016 –el crecimiento económico, recordemos tuvo una caída del 2,3 por ciento–. Son quince meses consecutivos de retroceso interanual –desde febrero de 2016 a mayo de 2017– de la industria. 
Es relevante analizar los datos de crecimiento económico junto con el de Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCI-INDEC), que mide la proporción utilizada, en términos porcentuales, de la capacidad productiva del sector industrial. Para su cálculo se tiene en cuenta cuál es efectivamente la producción máxima que cada sector puede obtener con la capacidad instalada. Con la última modificación realizada por la gestión actual en el INDEC, la serie construida tiene un corte en octubre de 2015 y luego arranca con datos desde enero de 2017. ¿Si la capacidad productiva del sector industrial estuvo complicada en el período 2011-2015, las modificaciones de la alianza PRO-UCR mejoraron esa situación? La respuesta es: no. 
Los datos muestran que la UCI promedio fue de 78 por ciento en 2011; 73 en 2012; 71 en 2013; 69 en 2014; 68 en 2015 y 64 en 2016. Si se complementa esa información con los datos de crecimiento económico: 2011 (6,0 por ciento); 2012 (-1,0); 2013 (2,4); 2014 (-2,5); 2015 (2,6) y 2016 (-2,3 por ciento) parece que no hay relación entre crecimiento económico y UCI. Pero el crecimiento económico surge de los datos del PIB y éste es la producción nueva de bienes y servicios en un año contable. 
¿Qué explicaría esta contradictoria evolución de la capacidad productiva (UCI) y crecimiento económico entre 2011-2015, luego de que se aplicara la emergencia estadística? El crecimiento económico de 2016 coincide con el promedio más bajo de la UCI si se compara con los números del período 2011-2015. 
En los primeros cinco meses de 2017, la UCI tuvo un promedio del 63 por ciento y si se lo compara con enero–mayo de 2016 (64 por ciento) y 2015 (66 por ciento), está por debajo de 2016 y lejos de 2015. El crecimiento económico del período 2011–2015 fue en promedio del 1,5 por ciento. Es falso que no hubo crecimiento económico en esos años y la UCI estaba en mejores condiciones que las actuales. Si se cerraron 798 fábricas entre 2011–2015, ¿cuántas se habrán cerrado en 2016-2017 si la UCI esta en niveles por debajo del período 2011-2015?

(*) Economista (UBA); investigador FCE-UBA/CESO/Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

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