Dimos inicio a una nueva etapa en la Casa del Pueblo de Junín, producto del desarrollo político, social y cultural, en donde 110 años de historia, convicciones y coherencia están dando sus frutos. Los cimientos de nuestra Casa son socialistas, pero siempre fue un lugar en donde la pluralidad, el debate y la tolerancia a las diferencias, han sido sus principales valores.
Como espacio político, esto nos hizo rebeldes ante la burocratización de las estructuras partidarias nacionales, a la falta de sensibilidad de los dirigentes frente a las características propias y problemáticas particulares de cada una de nuestras ciudades.
Es por eso que entendimos, gracias a las nuevas generaciones que oxigenaron nuestra dinámica política, que era hora de tener una herramienta para transformar sueños en proyectos, animarnos a ser una opción de incidencia en el presente y el futuro de nuestra ciudad y conocimos la experiencia del vecinalismo. Una nueva forma de construcción mediante lazos de cercanía y una historia común.
Nuestro faro fue el ejemplo de Zárate, donde un grupo de socialistas entendieron que para pensar la ciudad era necesario saber sumar, sin relegar nuestras identidades, sino potenciarlas con sinergia y que lo primordial era la agenda de los vecinos y las vecinas.
Es que vivimos en las ciudades, nuestros proyectos de vida se concretan en ellas y los temas a resolver son cada vez más. Seguridad, infraestructura, salud, cultura, educación, el rol del Estado municipal, el uso del espacio público, la calidad de vida, el desarrollo, las inversiones, son tal vez una pequeña muestra de lo que debatimos en las ciudades.
Nuestra autonomía, nuestra coparticipación, nuestras tasas, los servicios, la movilidad urbana. Vaya si resulta necesario planificar y sumar actores para enfrentar estas agendas. Y la política tradicional menosprecia estos debates, le parece menor, le parece anti político incluso en algunos casos.
Esa es nuestra principal ruptura. Por supuesto que son debates políticos, de los más importantes sin dudas.
¿Acaso no se toman sistemáticamente decisiones que marcan nuestro futuro en la ciudad: quiénes pagan Tasas, que servicios se promueven, qué barrios se priorizan, quién decide, cuántos deciden, que áreas se potencian, qué inversiones se atraen?
No somos una isla, sabemos que lo que ocurre en el país, este retroceso en lo económico y social, por supuesto que definirá también la vida en la ciudad. Pero el destino de Junín, lo hacemos entre nosotros, quienes aquí vivimos, quienes queremos que nuestros hijos y nietos, elijan desarrollar sus potencialidades acá.
Estamos dispuestos a dar todos estos debates de cara al Bicentenario de la ciudad, festejaremos en una década nuestros 200 años. Queremos que sea un momento refundacional y por eso hay que empezar ahora a forjar los acuerdos para que esa fecha nos encuentre como una ciudad para la vida, el desarrollo, el futuro. Esto se logra con todos los barrios adentro, con planificación, con la suma de actores que quieran proyectar a largo plazo.
Hoy estamos ante un gobierno Municipal que dejó de lado algunos debates también por estar atado a las estructuras nacionales, que hizo del marketing y el maquillaje lo principal. Y si bien avanza con obras, nosotros queremos que abra las puertas a la participación vecinal, que discuta sobre esos grandes ejes que mencionábamos antes para pensar la ciudad a largo plazo.
Junín Bicentenario llegó para quedarse
En estas elecciones de agosto daremos el puntapié inicial para poder llegar al Concejo Deliberante y empezar a delinear en proyectos concretos nuestra agenda del Bicentenario. Presentamos una lista que nos representa en nuestra esencia: socialistas, radicales, peronistas, independientes, docentes, representantes de la cultura, el campo, el trabajo social, jóvenes, estudiantes, comerciantes.
Es plural, es distinta, allí adentro se discute, se aprende, se reflexiona. Tenemos ganas, tenemos proyectos, estamos escribiendo una nueva historia y convocamos a todos los que sueñen con un Junín grande, como lo hicieron nuestros abuelos, a sumarse a este desafío.
El camino es largo, pero nos empuja nuestro principal valor: el amor por nuestra ciudad y los proyectos colectivos.
(*)Precandidato a concejal por la agrupación Junín Bicentenario.
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