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ANTICIPOS ECONÓMICOS

¿Alcanzará el repunte para cambiar el humor social por la baja del consumo?

La economía empieza a dar signos de recuperación y la mayoría de los analistas proyecta un crecimiento cercano al 3% para este año, pero hay dudas sobre si esa mejora alcanzará para mejorar el humor social de una Argentina atravesada por múltiples conflictos.
El gran interrogante, por ejemplo, es si esta recuperación se traducirá en la generación de puestos de trabajo capaces de compensar los despidos que se vienen produciendo en distintos sectores fabriles, como el sonoro cierre de la planta de PepsiCo en Vicente López que terminó en represión.   
Un estudio de la Universidad de Belgrano advierte que si bien las cifras dadas a conocer por el Indec sobre el nivel de actividad en el primer trimestre de 2017 muestran una variación positiva del 0,3% respecto de igual trimestre de 2016, estos "brotes verdes" aparecieron inicialmente gracias a la importación y al incremento de la demanda del sector público.
Así, esa mejora por ahora deja de lado el empleo y a la actividad industrial, el sector más golpeado por el plan puesto en marcha por Cambiemos, que busca darle mayor protagonismo al sector servicios y menor ponderación al fabril.
Buena parte de los empleos perdidos desde que Cambiemos llegó al poder fueron consecuencia del impacto sobre el sector fabril, mientras el resto se lo llevan el empleo público y el comercio.

La obra pública continúa a buen ritmo y se espera siga así hasta octubre. Pero el Talón de Aquiles del modelo por ahora sigue siendo el consumo, ya que los expertos coinciden en que seguirá reaccionando en forma lenta y dispar.

La industria recién ahora parece haber comenzado a dar vuelta la tendencia, tras 16 meses de caída.   
La industria tuvo en mayo un aumento interanual del 2,7% y registró en los primeros cinco meses una caída del 1,4% contra igual período de 2016, según el Indec.
Para la UIA, la actividad fabril presentó en mayo un aumento interanual del 2,2%, con lo que recuperó el retroceso del 1,9% sufrido en los primeros cinco meses.  
Los sectores vinculados con la reactivación de la obra pública hicieron punta en la recuperación fabril: los despachos de cemento crecieron 16,1% durante junio en términos interanuales.    
A su vez, la producción automotriz avanzó 9,2%, siendo el segundo mes de recuperación luego de un trimestre de caídas consecutivas.
La producción industrial se expandió producto fundamentalmente de la dinámica del sector automotriz (13,8%), minerales no metálicos (12,3), y alimentos y bebidas (3,9%).
El director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker, advierte que los primeros "brotes verdes" de la economía argentina no traen por ahora buenas noticias ni para la industria nacional ni para el empleo.
"El segundo semestre ya arrancó y la pregunta es si la magnitud de la recuperación será suficiente para compensar las consecuencias negativas de la transformación económica impulsada por el gobierno", alertó.
Impulsada por la construcción y las mejoras en los sectores vinculados con el campo, la economía salió de la recesión, con un crecimiento en la primera mitad del año que se situaría por arriba del 1%. 

El gran interrogante es si esta recuperación se traducirá en la generación de puestos de trabajo capaces de compensar los despidos que se vienen produciendo en distintos sectores fabriles, como el sonoro cierre de la planta de PepsiCo, que terminó en represión.

Pero ese crecimiento tuvo dos velocidades, ya que recién en mayo la industria pudo revertir 15 meses consecutivos de caídas, y el sector fabril sigue siendo el mayor creador de empleo.   
Para Marina Dal Poggetto, del Estudio Bein, la inversión empieza a crecer más rápido motorizada por el boom de obra pública y la de algunos sectores que recibieron fuertes señales de precios.
En el segundo semestre, la mejora se profundizaría en la comparación interanual. 
La obra pública continúa a buen ritmo y se espera siga así hasta octubre. Pero el Talón de Aquiles del modelo por ahora sigue siendo el consumo, ya que los expertos coinciden en que seguirá reaccionando en forma lenta y dispar.
De cumplirse este pronóstico, la falta de reacción del consumo puede terminar complicando la batalla decisiva que se librará en octubre.

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