Anécdotas del coloquio

Un empresario se le acercó a Esteban Bullrich a consultarle su opinión sobre el colegio privado al que manda a sus hijos en la ciudad de Buenos Aires. “No te preocupes, porque la mejor escuela en la Argentina es igual que la peor de Australia”, respondió con demasiada sinceridad el ministro de Educación. Unos metros más allá, el diputado peronista Diego Bossio se disculpaba ante otro empresario porque no tenía memorizado su número de teléfono: “Este es nuevo, viste que al anterior me lo publicó La Cámpora”, se lamentó el ex titular de Anses. Entre los hombres de negocios, uno de los que más se movió en los salones del hotel Sheraton fue Cristiano Rattazzi, de FIAT, quien hasta se dio el gusto de bailar con Natalia Oreiro en una fiesta auspiciada por un banco. Esa imagen circuló rápidamente por las redes sociales y las reacciones no tardaron en llegar: algunos envidiaron al empresario y otros lo emparentaron con “la fiesta de los 90”.

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