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ENFOQUE

Un creador infatigable

El instinto melódico de Mariano Mores, el refinamiento popular de sus ideas, la abundante sonoridad de la Orquesta Lírica Popular y la vigorosa impronta de su Sexteto Rítmico Moderno son estampas que sintetizan la búsqueda de un creador infatigable. La noticia de su muerte, a los 98 años,  cierra el capítulo más fecundo de la música popular rioplatense.  Mores debutó como pianista profesional en el Bar Vicente. Tenía catorce años y estudiaba música en la academia dirigida por Luis Rubinstein, con quien firmaría una canción de estilo español: “Gitana”.  Conoce en la academia a las hermanas Margot y Myrna Moragues. Fruto de ese encuentro nacería el Trío Mores y un amor con Myrna que duró toda la vida. Francisco Canaro lo incorpora a su orquesta y  el joven pianista empieza a desarrollar su veta melódica. El primer éxito de Mores será “Cuartito azul” con versos de Mario Batistella. El reconocimiento llegaría para el compositor de apenas veinte años cuando el tango fuera grabado por dos grandes figuras: Ignacio Corsini y más tarde Osvaldo Fresedo junto a Ricardo Ruiz. Los años que pasó en la orquesta de Canaro le servirían para dar a conocer sus obras y aprender los secretos de la dirección. El tango, de corte campero, que sintetizaría esa época es “Adiós pampa mía”. Mores colaboró con los poetas cardinales del tango: José María Contursi (“Gricel”, “Cristal”, “Cada vez que me recuerdes”, “Tu piel de jazmín”); Enrique Cadícamo (“Copas, amigas y besos” y “A quien le puede importar”);  Enrique Santos Discépolo (“Uno”, “Sin palabras”, “Cafetín de Buenos Aires”);   Homero Manzi (“Una lágrima tuya”);  Cátulo Castillo (“El patio de la morocha”, “La calesita”). Entre las obras instrumentales más inspiradas hay tres insoslayables: “El vals de la evocación”, “Taquito militar” y principalmente “Tanguera”,  utilizada en el cine por Leonardo Favio en la película “Gatica, el mono” y luego por el director Baz Luhrmann en el filme “Moulin Rouge” (2001).
Mores hizo una breve pero entusiasta carrera como actor en algunas recordadas producciones que acentuaron su popularidad, como: “La doctora quiere tangos” con Mirtha Legrand  y “La voz de mi ciudad” junto a Diana Maggi.
El mayor elogio que recibió, probablemente, hayan sido estas encendidas palabras de Enrique Santos Discépolo: “Pibe, no escribo más música. Para esos estás vos”.  El tango despide a su compositor más inspirado. La vida de Mores se apagó pero el destino de su obra será iluminar el camino de las futuras generaciones.

(*) Vicepresidente de la Academia Nacional del Tango. 

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