Tras los comicios, arrancó la etapa de divisiones, pases y reacomodamientos en la política juninense.
De hecho, los distintos espacios políticos locales pusieron el cronómetro en cero para volver a construir, desde el llano o desde la gestión.
El meonismo espera definiciones
En el oficialismo comunal que deja el poder el 10 de diciembre esperan una definición que será crucial: ¿Qué lugar ocupará Mario Meoni? Según pudo saber este diario, esa decisión aún no fue tomada, pero el juninense tendría chances de ocupar un cargo expectante, y una de las versiones sostiene que podría ir al directorio del Bapro.
Pero más allá de eso, Meoni será en los próximos meses un importante vocero de Sergio Massa, sobre todo en lo que hace al armado político. Para eso el radical necesita un puesto que le de llegada a los medios ¿El principal desafío? Mantener al grupo unido, esta vez, sin cargos en el municipio. ¿La estrategia? Dejar transcurrir la gestión de Pablo Petrecca y comenzar a atacar por los flancos débiles. “Esta vez (Petrecca) no va a tener excusas”, se entusiasmó un operador de Meoni.
Petrecca, entre la gestión y la política
Paradójicamente, para Petrecca la dificultad también va a ser mantener unido a Cambiemos en Junín, sobre todo luego de que anuncie quiénes serán los funcionarios que lo acompañarán, situación que suele dejar ganadores y perdedores. Las primeras medidas del macrista tenderán a mejorar los servicios que presta el municipio y comenzar a gestionar las obras que faltan.
Entre muchos cargos que aún quedan por cubrir, faltan definiciones en áreas clave, como la secretaría de Gobierno, Producción, Legal y Técnica, y Salud.
El “factor Itoiz”
Entre medio del meonismo y el petrequismo, la aparición de un nuevo sector político, conducido por el ex secretario general y de Seguridad y actual titular de Grupo Junín, Damián Itoiz, movió el avispero. Es que Itoiz, secundado por su hermano José Luis, comenzó a armar un espacio junto a ex funcionarios con experiencia en la gestión, que aportan cuadros y propuestas al proyecto y podrían atraer a otros dirigentes, entre ellos, la senadora bonaerense Ma- lena Baro, hoy distanciada de Meoni. Agustín Pinedo, Carlos Lombardi y Mauricio Mansilla son algunos de los nombres que estarían con Itoiz.
El peronismo, atomizado
En el kirchnerismo prefieren hablar de “peronismo”, y varias fuentes coincidieron en que, tras la derrota en las urnas, hay dos dirigentes que quedaron con poder: el diputado nacional Oscar Romero y la diputada provincial Rocío Giaccone, que fue reelecta.
En este esquema, la unidad en el Concejo Deliberante aparece lejana. “No va a ser rápido ni fácil, y habrá que esperar una autocrítica”, asumió un concejal del FpV.
Así, quienes ya se anotaron para empezar a juntar “porotos” son Santiago Aguiar, que se replegó sobre su agrupación, la “27 de Diciembre”; Nazareno Diotti –hoy al frente de la UDAI Junín de Anses-, que dijo que quiere ser intendente; Giaccone, que quiere ser intendenta; y Gustavo Traverso, que si bien quedó debilitado sin su cargo en Desarrollo Social, nadie duda que seguirá siendo una figura importante.
La pelea por la presidencia del bloque del FpV es otra muestra de las profundas divisiones internas en el peronismo. Allí, La Cámpora y el sector de Traverso no logran arribar a un entendimiento.
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