ENFOQUE

El debate por la economía antes de las PASO

El dólar reapareció en los últimos días como síntoma de una economía con achaques y se entremezcló en los debates electorales justo antes de que las primarias del próximo domingo 9 marquen un nuevo punto de partida en la carrera presidencial.
El "blue" volvió a venderse cerca de los 15 pesos y obligó al gobierno a extremar los recaudos para que la disparada no termine en una devaluación forzada, propiciatoria a su vez de otra escalada de precios en el tramo más fuerte de la campaña.
El dólar paralelo finalizó el mes con la mayor suba mensual en lo que va de 2015, del 11,5%, mientras que las ventas para ahorro y turismo en el mercado oficial treparon un 30% en julio.
Así, la divisa estadounidense opera otra vez como punta de iceberg de una macroeconomía que necesita pasar por boxes, con un déficit fiscal que treparía por encima del 5% del PBI en 2015, cuellos de botella que afectan a la industria y al campo y un contexto internacional adverso para el mundo emergente.
Un informe reciente de la Unión Industrial Argentina indicó que en tres años cerraron 800 empresas, al tiempo que la mesa de enlace agropecuaria volvió a plantear los reclamos del sector de baja de retenciones e impuestos durante la Exposición Rural.
Las debilidades de las variables económicas son reconocidas en el campamento oficialista, donde asumen que si aparecen en superficie pueden operar como ancla para Daniel Scioli.
Mientras tanto, el Gobierno con Axel Kicillof a la cabeza volvió a utilizar hábilmente esta coyuntura para plantear que la oposición busca fogonear una devaluación y un ajuste brutal, asociando incluso opiniones de economistas ortodoxos como Miguel Ángel Broda o José Luis Espert a Mauricio Macri.

Scioli peroniza
La verdad de la milanesa se conocerá el próximo domingo cuando las Primarias determinen quiénes serán los competidores definitivos para la Presidencia y cómo se ordena la grilla.
Dentro de una marea de encuestas, algunas más creíbles que otras, hay una coincidencia de que Scioli va primero, Macri segundo y Massa tercero, aunque lo interesante es ver cuántos porotos suma cada uno porque eso marcará si hay claro favorito y, además, si existe escenario de triunfo en primera vuelta.
Cerca de Scioli buscan recortar las expectativas sabiendo que pronósticos exagerados puede ser contraproducentes a la hora de conocerse los guarismos reales.
Aseguran que el Frente para la Victoria reúne unos 37 puntos, es decir todavía con necesidad de crecer para evitar un balotaje y esperan que una vez que las PASO diriman la pelea interna entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez quede espacio solo para la agenda positiva que trata de imponer Scioli.
Para ello, el candidato oficialista se anticipa a una segunda etapa de campaña consistente en aglutinar a todo el peronismo, tanto el oficialista como el opositor, con repatriaciones y señales a aquellos que todavía están alejados del kirchnerismo.
El gobernador bonaerense ya cuenta en sus equipos a Héctor Daer, jefe del sindicato de la Sanidad de Buenos Aires y cara visible de la pata sindical del Frente Renovador en los últimos años, y a Miguel Peirano, exministro de Economía y también exreferente del massismo. Otro que merodea el sciolismo, según fuentes partidarias, es José Ignacio de Mendiguren, quien pidió apoyo naranja para volver a conducir la UIA.
Pero la apuesta sciolista es tratar de que después de las primarias, con un Massa en eventual declive, el peronismo opositor quede de su lado. Karina Rabolini hace punta como cara amable de esas intenciones en una infatigable recorrida por el interior.
Por eso, además de encabezar actos masivos en los últimos días con intendentes bonaerenses y jefes sindicales, Scioli buscó enviar gestos al gobernador electo de Córdoba, Juan Schiaretti, a los hermanos Rodríguez Saá, y a Carlos Verna, quien asoma con muchas posibilidades de volver a gobernar La Pampa.
Schiaretti apoya en las primarias a José Manuel de la Sota -enfrentará a Massa-, mientras que Adolfo Rodríguez Saá también es un candidato silvestre a presidente, aunque los sondeos indican que no lograrían atravesar las PASO.

Macri abre el juego
El denominador común de las encuestas indica también que Macri dejó de crecer en los últimos dos meses, lo cual encendió luces de alarma en el comando amarillo e incluso abrió fuertes debates internos sobre la estrategia de campaña.
"La política contra la comunicación", tituló un referente macrista que forma parte de un grupo rebelde contra los dictados del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y el secretario de Gobierno, Marcos Peña. Ese núcleo de resistencia está integrado, entre otros, por Gabriela Michetti, Hernán Lombardi, Eduardo Amadeo y Patricia Bullrich.
Uno de los últimos debates obedeció al pedido de Durán Barba de evitar las críticas a Scioli y a la administración bonaerense en general, porque según su lectura, sería contraproducente ante un dirigente que tiene buena imagen.
Lo cierto es que Macri pendula entre los consejos de sus asesores y los reclamos internos y de sus socios radicales y de la Coalición Cívica de abrir el juego.
En ese tándem, Macri se acercó mucho a Elisa Carrió, con quien acordó la aparición conjunta de Cambiemos de este sábado, en la que también estará Ernesto Sanz, precisamente para que el frente muestre cohesión antes del nuevo punto de partida electoral.

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