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PARES Y NONES

Las estadísticas confiables representan un desafío para el próximo Gobierno

Sea quien fuere el vencedor en las elecciones presidenciales de octubre, impulsar una revisión integral del sistema de estadísticas oficiales debería figurar al tope de las prioridades del próximo Gobierno no bien asuma el 10 de diciembre venidero.
A esa conclusión llegaron economistas consultados por NA sobre las medidas que debería tomar el sucesor o la sucesora de Cristina Kirchner en la Casa Rosada si pretende mejorar la calidad de los indicadores que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Si bien es el Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu) el que suele estar bajo la lupa y convertirse en blanco de cuestionamientos, más allá de las correcciones efectuadas por el INDEC con relación a su predecesor, el IPC Gran Buenos Aires, sumarían prácticamente una docena los indicadores que el próximo Gobierno debería revisar y/o volver a publicar.
En esa nómina se incluyen, además del mencionado IPCNu, que cayó rápidamente en desgracia tras su promocionado lanzamiento a comienzos de 2014, las mediciones vinculadas a actividad económica e industrial, Producto Interno Bruto (PIB), comercio exterior, empleo -por ejemplo, en Chaco aparentemente nadie busca trabajo- y servicios públicos, entre los más destacados.
Los economistas consultados por la agencia Noticias Argentinas también resaltaron la necesidad de mejorar la calidad de datos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y la importancia de que el INDEC vuelva a publicar los índices de pobreza e indigencia en el país, de igual modo que las valoraciones de las canastas básica alimentaria y total.
De acuerdo con Naciones Unidas, "las estadísticas oficiales constituyen un elemento indispensable en el sistema de información de una sociedad democrática y proporcionan al Gobierno, a la economía y al público datos acerca de la situación económica, demográfica, social y ambiental", señaló la exdirectora del INDEC Graciela Bevacqua en diálogo con NA.
"Lamentablemente en nuestro país esto no se cumple debido a la manipulación de las estadísticas oficiales desde fines de enero de 2007. La intervención del INDEC, que en un principio manipuló el Índice de Precios al Consumidor, terminó contagiando, como un virus, una a una el resto de las estadísticas", agregó Bevacqua, que actualmente encabeza su propia consultora.

"Bajo sospecha"
Aseguró que el Gobierno desde 2007 a la fecha desmanteló al organismo estatal "de técnicos y de indicadores", y resaltó que "las cifras de Cuentas Nacionales, Empleo, Industria, Comercio Exterior todas se encuentran bajo sospecha".
"Hoy carecemos de un sistema estadístico nacional creíble, transparente y serio profesionalmente. Nos han dejado sin herramientas para la toma de decisiones tanto en el ámbito público como privado", enfatizó Bevacqua, que se desempeñó como directora del IPC en el organismo estatal entre 2001 y enero de 2007, cuando fue desplazada de su cargo (dos años más tarde, a comienzos de 2009, debió renunciar al INDEC).
Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue de cerca la evolución de las estadísticas oficiales sobre precios y PIB en la Argentina y retacea por el momento su plena aprobación, aquí especialistas consideran que un IPC distorsionado genera en forma irremediable un efecto cascada negativo sobre otros indicadores clave de la economía.
"El problema del INDEC no es metodológico, sino político e institucional", opinó Bevacqua, y subrayó que "la reconstrucción solo podrá llevarse a cabo con el compromiso firme de quienes planean gobernarnos los próximos cuatro años".
"Es necesario tomar una decisión contundente de respetar la independencia y profesionalidad técnica, cumpliendo con las leyes y teniendo en cuenta las recomendaciones internacionales", remarcó la actual directora del Estudio Graciela Bevacqua.
En similares términos se expresaron las economistas de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) Cynthia Moskovits y Nuria Susmel, quienes coincidieron en que uno de los principales desafíos del próximo Gobierno será ofrecer datos estadísticos "creíbles" desde el INDEC.
Moskovits destacó la necesidad de "revisar todo el sistema de estadísticas que elabora" el organismo estatal, de igual manera que su "estructura institucional", y resaltó que sin datos confiables no es posible propiciar indicadores de calidad.

La "calidad" de los datos, clave

"Por ejemplo, en la Encuesta Permanente de Hogares el grado de respuesta es muy bajo, entonces, hay mucha más imputación. Es decir, estiman -en el INDEC- los datos que faltan", dijo, y agregó: "Cuando los datos que faltan son muchos, por la gente no responde, hay muchas menos respuestas, no hay elementos para darle confiabilidad a la imputación".
Consultada en especial por el IPC, indicó que "las encuestas se hacen, pero la calidad de los datos no se supervisa" y resaltó: "Los números que obtienen no son consistentes con las mediciones privadas, pero no tiene que ver con cuestiones metodológicas, sino con los precios que le ponen adentro".
"Si ponés precios malos, vas a tener precios malos. En el IPC es clarísimo, por eso dejaron de publicar las canastas de pobreza y de indigencia", enfatizó: en la actualidad, la inflación asciende al 15% para el Gobierno y al 27,9% para las consultoras privadas, en promedio.
En este sentido, Susmel planteó que "las estadísticas en general no hacen más que corroborar una intuición que la gente, aun sin ser experta, tiene sobre lo que pasa".
"Si vas al mercado y los precios suben y suben y el INDEC te dice que la inflación es cero, no lo vas a creer. Si vas por la calle y ves gente durmiendo en la vereda (...), si vas por las provincias, ya solo con eso no podés creer que la indigencia sea de 1,2 por ciento como dice la Presidente", opinó.
Susmel agregó que "lo mismo pasa con todas" las mediciones y tildó de "raras" a las estadísticas sobre empleo, al ver, por ejemplo, que de acuerdo con los indicadores oficiales, en Chaco prácticamente nadie busca trabajo.
"Hay que dar datos creíbles y eso va a llevar tiempo, porque es una cuestión de confianza. Además, a las estadísticas hay que publicarlas. El boletín de Seguridad Social no se publica desde 2012. El último dato que se publicó es de junio de 2012. Por eso, no alcanza con que digan que están haciendo las cosas bien", manifestó finalmente.
Cuando restan apenas dos semanas para las elecciones primarias, los principales aspirantes a la Presidencia de la Nación parecen decididos a espolear hasta el próximo 9 de agosto mismo una campaña en la que abunda el ruido y escasean las propuestas de gobierno.

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