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TURISTAS GASOLEROS EN LA TEMPORADA

La idea de este verano en la Costa es entretenerse y gastar muy poco

Si bien en las playas hay más gente, los comerciantes se quejan de que venden menos.

La segunda quincena de enero es históricamente la de mayor afluencia turística. Y en este verano del 2015, esto se confirma en la mayoría de los balnearios bonaerenses, con Mar del Plata a la cabeza, que alcanzó cerca de un 95% de ocupación (ver aparte). Sin embargo, a pesar de tanta gente en las playas y en las calles, los comerciantes se quejan de que los turistas gastan poco.
Y es que, a la hora de decidir las vacaciones, muchos optaron por resignar las clásicas compras de ropas y souvenirs de otros tiempos (mucho menos hablar de regalos) para abocarse únicamente a los gastos de alojamiento, comidas, algunos paseos y, si queda resto, alguna entrada al teatro o al fútbol.

“Mucha gente mirando”
En Mar del Plata, los comerciantes reconocen que hay mucha gente, tal vez más que el año pasado. Pero también que gastan menos.
Sobre la calle Rivadavia, donde los comercios de ropa despliegan todas sus estrategias de venta, los vendedores coinciden en que en esta temporada hay más preguntas que compras.
“La gente mira mucho las vidrieras, busca precios, da vueltas, pero los que vienen decididos a comprar son pocos”, cuenta Paula Garol desde un local de ropa de Rivadavia e Yrigoyen, pleno centro marplatense.
“Hay mucha gente, pero para nosotros el verano va tranquilo, porque pareciera que la ropa para el turista de este año pasó a un segundo plano”, dice Carolina Prava, de otro local de indumentaria de la misma cuadra. Y agrega, “no sé, pero da la sensación que las preferencias apuntan a comer bien y pasear, y que la ropa se convirtió en un lujo”.

“Depende de si hay nubes o sol”
Claro que, según los mismos comerciantes, no todos los días son iguales. En principio, no es lo mismo los días de semana que los del fin de semana. Y en esto pareciera no influir la cantidad de gente.
“El caudal de ventas baja los días de semana y repunta los sábados y domingos. No sabemos por qué sucede, será que los fines de semana llega gente para una estadía más corta y por eso gasta más”, opina Prava.
También influye, dicen, si se trata de un día de sol o uno nublado.
“La verdad es que esperamos que esté nublado porque es entonces cuando la gente más sale a comprar -sostiene Garol- si hay sol, la playa es el destino excluyente. Eso pasó siempre”.
En otros rubros, en cambio, las quejas no son tantas. Por ejemplo, entre los gastronómicos, donde por las noches especialmente se ven colas en los restaurantes. Más aún en aquellos que ofrecen los precios más acomodados y los platos más abundantes, al igual que en las rotiserías donde se vende comida para llevar. Es que, en definitiva, gastar poco siempre es lo más buscado.

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