Criminalización de consumo de drogas con cruces entre Gobierno y oposición

El Gobierno se expresó ayer a favor de la "no criminalización" del uso de drogas y avaló los dichos del secretario Juan Carlos Molina sobre habilitar el consumo, en medio de una polémica con la oposición y sectores de la Iglesia, que cuestionaron una eventual despenalización.
"Ratifico los dichos del padre Molina, la no criminalización del adicto. Eso y su inclusión es lo más importante de las políticas públicas", sostuvo el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
El funcionario destacó que la designación del sacerdote en la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) fue hecha por la presidenta Cristina Kirchner con una "visión muy amplia que convoca a todos los cultos, organizaciones no gubernamentales, municipios, provincias y a todos los argentinos a recuperar a aquel que padece un problema de adicción y que es necesario incorporarlo a la sociedad".
Así, el Gobierno respaldó las declaraciones de Molina, que el domingo se manifestó a favor de habilitar "el consumo de todo" y anunció el envío de un proyecto al Congreso para evitar la criminalización del uso de drogas.
Las expresiones del funcionario despertaron críticas de la oposición y diferencias dentro de la Iglesia, ya que el padre José Pepe Di Paola cuestionó la propuesta y aseguró que el Papa Francisco no está de acuerdo con la iniciativa. "No estoy de acuerdo con la despenalización y el Papa tampoco. Somos un país que tiene grandes sectores excluidos, entonces hablar en este caso de despenalización es inadecuado", subrayó Di Paola.
Por su parte, el diputado nacional del Frente Renovador Felipe Solá afirmó que el responsable de la Sedronar "está completamente equivocado en materia de drogas y cometió un grave error al decir que si por él fuera no criminalizaría ningún consumo". En tanto, el diputado nacional de la UCR Luis Petri aseguró que "las equivocadas políticas antidroga que se implementaron en los últimos años han puesto al país como primer consumidor regional y en el tercer puerto de embarque mundial de cocaína". <