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TRATARON SOBRE "EL ACOSO DE LOS FONDOS BUITRES"

Cristina Fernández se reunió con el Papa y destacó las coincidencias

La presidente Cristina Fernández compartió ayer un almuerzo con el Papa Francisco en el Vaticano, en el que, según señaló la mandataria, demostró su “preocupación constante” sobre la situación financiera internacional y expresó su satisfacción por la decisión de la ONU de aprobar un marco jurídico sobre reestructuraciones de deuda impulsado por la Argentina.

El encuentro en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, se extendió por unas tres horas y allí hablaron sobre diversos temas, incluso sobre la situación que atraviesa la Argentina a raíz del reclamo de los holdouts, señaló la jefa de Estado en una conferencia de prensa en el aeropuerto Ciampino de Roma.
“Lo vi muy convencido de que esto que está pidiendo la Argentina en el frente externo, frente al acoso de los fondos buitre”, sostuvo la Presidenta, al tiempo que subrayó que “es una preocupación constante de su Santidad” el sistema económico internacional y que coincidieron en la necesidad de impulsar reformas.
En ese sentido, señaló Cristina Kirchner, el Sumo Pontífice se mostró “muy preocupado por la situación que está viviendo el mundo” pero “muy contento de que la ONU se haya abocado” a ese tema a través de la aprobación del marco legal para regular las reestructuraciones de deuda, proyecto impulsado por la Argentina y presentado por el G-77 más China, en medio de la dura batalla legal que el país mantiene con los fondos buitre.
Pero la referencia más contundente a la coincidencia en la condena a la especulación se produjo cuando la Presidenta señaló su sorpresa de que en la reunión ambos mostraran sus ejemplares del documento elaborado por Francisco, “La Alegría del Evangelio”, en el que tenían marcado el punto 56 que -según dijo la mandataria- “parece escrito para la Argentina, pero no, está escrito para muchísimos países”.
Allí el Papa afirma: “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera”.
“De ahí - agrega Francisco- que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real”.
Cristina Kirchner dijo a la prensa que esos párrafos los leyeron juntos: “Él tiene ese tema muy claro de la deuda, de cómo acosa a los países generando agobio y miseria a los pueblos, así como su preocupación por el crecimiento exponencial de la riqueza”, subrayó.
La nueva señal de cercanía al Papa y el mensaje de coincidencia respecto a la batalla con los holdouts se producen antes de que la presidenta Kirchner hable el miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, donde los buitres y el fallo del juez Thomas Griesa que los benefició serán los ejes.
La Presidenta aseguró también que “el Papa no está en absoluto preocupado por la gobernalibilidad” en la Argentina, como aseguró recientemente el padre Guillermo Karcher, uno de los religiosos más cercanos al pontífice, y citó al obispo Víctor Manuel “Tucho” Fernández, de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien dijo que “cuando habla el Papa habla el Papa, no a través de un obispo ni de ninguna persona”.
“Me recibió con la calidez de siempre”, afirmó Kirchner, quien arribó al Vaticano a las 7.33 (hora argentina) con un vestido negro sin escote y un pequeño sombrero con un semi velo del mismo color, a pesar del calor sofocante, y luego de presentarle al Sumo Pontífice a todos los integrantes de la nutrida comitiva que la acompañó a Roma, almorzó a solas con él.
A pesar del protocolo, la Presidenta sostuvo que la reunión se dio “con mucha naturalidad, que es mejor que la informalidad, ya que -sostuvo- la naturalidad que es lo que desacartona a las personas”.
El pontífice la había invitado especialmente hace diez días para compartir un encuentro con agenda abierta en Roma y fue la cuarta vez que dialogan cara a cara: además de los dos almuerzos de este año, la Presidenta se reunió con Francisco en Santa Marta el 18 de marzo de 2013, el día antes de la ceremonia de inicio del pontificado, mientras que también se encontraron el 28 de julio en Río de Janeiro.
Antes del almuerzo, la mandataria cumplió con la tradición de intercambiar regalos con el Papa y presentó a la comitiva argentina, formada por unas 30 personas.
Ningún comunicado oficial sobre la visita fue divulgado por el Vaticano, que considera el encuentro exclusivamente de carácter “privado”, según explicó a la agencia AFP el padre Federico Lombardi, portavoz oficial. 

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