De Vido consideró que no hay motivo para la escasez de cumbustibles

El ministro de Planificación, Julio de Vido, advirtió que el Gobierno nacional podría tomar "medidas correctivas" sobre las exportaciones de combustibles si las petroleras no cumplen con el pleno abastecimiento del mercado local.

Horas después que los inspectores de la Secretaría de Comercio salieran nuevamente a la calle a relevar la provisión en las estaciones de servicios, el funcionario remarcó que no existe "ningún motivo" para que falte combustible.

"El Gobierno nacional no encuentra ningún motivo para que pueda faltar siquiera un litro de combustible en una sola manguera a lo largo y a lo ancho del país, porque Argentina hoy es exportador neto, en el balance de masas exporta más de lo que importa, por lo tanto el abastecimiento debe estar asegurado", dijo el ministro a la prensa en Chubut.

De Vido, junto al secretario de Energía, Daniel Cameron, participaron en Rawson del acto de lanzamiento del proyecto 'Cascade' que encararán en forma conjunta la sociedad provincial Petrominera y la firma privada Emgasud, y que aportará un millón de metros cúbicos de gas al sistema energético.

"Las petroleras tienen la obligación de explorar, producir y abastecer al mercado y lo que sobra, el excedente, exportar; y de no ser así, el Gobierno nacional va a tomar las medidas correctivas que crea correspondiente en materia de exportación en el combustible a los efectos de asegurar que nuestro país esté debidamente abastecido", subrayó el ministro.

"Lo digo desde aquí, desde Chubut, desde la segunda productora de combustible del país y no lo digo como una amenaza pero sí como una seria advertencia a los productores más importantes que operan en el país a los efectos que tengan debidamente abastecido al mercado", agregó De Vido.

Los problemas con el abastecimiento ya habían sido abordados durante la víspera por el ministro, cuando advirtió que el Ejecutivo iba a actuar "con rigor" en el caso de detectar incumplimientos en la provisión.

Petrobras
Ante la fuerte escasez de combustibles y tras las amenazas de Julio de Vido, la Secretaría de Comercio Interior, dirigida por el polémico Guillermo Moreno, lanzó sus inspectores la calle para "garantizar el abastecimiento normal" y la primera empresa sancionada fue la brasileña Petrobras.