Caos en las calles y 700 evacuados por un violento temporal en Buenos Aires

Teniendo en cuenta que hacía varios días que no se producían lluvias en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, se suponía que el día en que cayeran nuevas precipitaciones éstas iban a ser muy abundantes, por lo cual se esperaba que desde los sectores oficiales de ambos lugares ya se hubieran tomado los recaudos necesarios para evitar las posibles inundaciones.
Sin embargo, y como siempre ocurre en estos casos, el violento fenómeno meteorológico de ayer volvió a tomar desprevenidos a los funcionarios, y ello desembocó en la evacuación de unas 700 personas, el anegamiento de calles y puentes, derrumbe de árboles, demoras en los vuelos, interrupción en los servicios de transporte, además de cuantiosos daños materiales y trastornos a los habitantes y a quienes transitaban por la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
El agua caída alcanzó los 60 milímetros, pero el fenómeno tuvo efectos más graves que otras veces al taparse con basura los sumideros, en particular los ubicados a lo largo del arroyo Maldonado. Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, les dijo a los vecinos reunidos en Santa Fe y Juan B. Justo, en Palermo, que habrá un resarcimiento económico para los damnificados.
Alrededor de 25 familias fueron evacuadas y derivadas a una parroquia en Los Piletones, Villa Soldati. También debieron desocuparse siete escuelas porque sus sótanos se inundaron. En tanto que unos 30 ancianos con movilidad reducida quedaron aislados y debieron ser trasladados por personal de los servicios de emergencia. Y hubo 20 bocacalles cortadas, 170 semáforos quedaron inhabilitados, cayeron 30 árboles y 20 autos tuvieron desperfectos.
Los barrios porteños más afectados fueron Liniers, Mataderos, Floresta, Flores, Villa Crespo y Palermo, mientras que en el conurbano hubo evacuaciones en los partidos de San Miguel –allí 500 personas debieron abandonar sus casas–, La Plata, San Miguel, Chacabuco, Almirante Brown, Brandsen y Esteban Echeverría. "No sé si alguien va a venir por acá. Yo estoy en mi casa con el agua por los tobillos y en la calle hay un metro de agua que está empezando a tapar a los autos estacionados", suplicó Javier Lewin, un vecino de La Paternal.
La gente que circulaba al mediodía por Juan B. Justo y Santa Fe pasó momentos de tensión al comprobar que el panorama empeoraba minuto a minuto, mientras los locales se inundaban y los autos quedaban parados e incluso algunos flotaban a la deriva. La tormenta provocó la caída de árboles en Lima y Venezuela y en Belgrano y Azopardo, mientras que otros aplastaron autos en Villa Devoto, Villa del Parque y en Mataderos.
Para Juan Pablo Piccardo, el ministro de Medio Ambiente porteño que estuvo en la caótica esquina de Palermo junto al jefe de Gabinete, "la clave es conseguir que los 5 mil sumideros que se encuentran en el arroyo Maldonado y los arroyos centrales estén limpios". Ambos funcionarios les explicaron a los indignados vecinos y transeúntes que las obras del arroyo Maldonado llevarán tiempo, y que el Gobierno prepara un plan para mantener limpios los sumideros.
A su vez, el Ente Regulador de los Servicios Públicos porteños informó que entre un 10 y un 15% de los 27 mil sumideros que hay en Capital se tapa con basura cada vez que llueve en forma torrencial. El director del organismo, Miguel Von Rozenberg, diferenció dos grandes causas que originan los anegamientos: una estructural, que requiere de inversiones y obras a largo plazo; y la otra, más sencilla, que implica que "las empresas recojan eficientemente la basura y que los vecinos saquen la basura en los horarios indicados".

Macri dio detalles del plan contra las inundaciones

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, detalló ayer el plan de obras dispuesto por su gestión para mitigar inundaciones en las calles de la Capital Federal, un plan maestro que comenzó en 1994 y del cual hasta ahora sólo ha sido completado el 7%.
Luego de expresar su "bronca" porque los vecinos de la ciudad de Buenos Aires "estuvieron de nuevo indefensos ante las lluvias", el mandatario porteño aseguró que no habrá soluciones a corto plazo y habló de medidas "de fondo", que implican comenzar el 73% de las obras proyectadas durante la década pasada. Esas tareas, que incluyen la construcción de canales y túneles aliviadores en las principales cuencas de Capital con una inversión total que ronda los 1.500 millones de pesos, demorarán entre dos y cuatro años.
"Mientras tanto, si la sema que viene o dentro de dos o tres años se producen las mismas lluvias vamos a sufrir los mismos trastornos que hoy", admitió Macri. Y precisó que ayer un tercio de la ciudad quedó prácticamente paralizado.

Alerta hasta hoy por la mañana

El alerta por fuertes lluvias y tormentas para la Capital Federal y el conurbano bonaerense continuarán hasta hoy por la mañana aunque en el medio se registren mejoramientos temporarios, explicó ayer la pronosticadora del Servicio Meteorológico Marta Castro. La especialista dijo que para hoy se espera nubosidad variable, probabilidad de chaparrones, vientos leves del este –por lo que se descarta la posibilidad de una sudestada– y que el clima seguirá inestable hasta el domingo. Y para hoy anunció una máxima de 25 grados y una mínima de 20, que tambien se mantendrán hasta el domingo.

Fue noticia en todo el mundo

El violento temporal que cayó sobre la Capital Federal y el Gran Buenos Aires fue cubierto por varios medios de comunicación del mundo. El diario español El País publicó: "Una fuerte lluvia cayó en tromba sobre Buenos Aires y provocó el caos en la capital argentina". En la nota se brindaron datos sobre la interrupción del servicio de trenes y de parte del de subte, además de que en las terminales aéreas de Ezeiza y en Aeroparque suspendieron sus actividades. Por su parte, la agencia de noticias estadounidense AP tituló su nota: "Buenos Aires bajo agua por temporal de lluvia".

El Congreso también padeció el temporal

El temporal produjo inconvenientes también en la Cámara de Diputados de la Nación, donde una gotera en el techo del recinto donde ayer se estaba llevando a cabo una sesión obligó a las autoridades a realizar un relevamiento general del edificio.
Según explicaron, la gotera se produjo cerca del mediodía por el estado de los remaches que ajustan las tejas del techo del Congreso, que con el paso del tiempo se deterioraron y perdieron su capacidad de impedir la entrada de agua por la degradación del metal.