El exministro de Economía José Luis Machinea aseguró que la cotización del dólar paralelo "es exagerada", admitió que no será sencillo "sacar el cepo" cambiario y cuestionó la falta de una "política antiinflacionaria".
Para el exfuncionario de la Alianza, el dólar paralelo o blue tiene una "cotización exagerada.
Ese mercado es muy pequeño, de modo que cuando las expectativas cambian, las alteraciones que sufre su valor son muy bruscas".
"Eso sí: es un termómetro, que evidencia que hay problemas de confianza en el sector cambiario, pero no por eso diría que el nivel del paralelo refleja el tipo de cambio real", enfatizó Machinea, en un reportaje publicado este miércoles en un matutino porteño.
A su criterio, "lo primero que hay que hacer" en el mercado de cambios "es recuperar el acceso al crédito, y recuperar así la confianza. Después sí se puede sacar el cepo, porque si no, el dólar se dispararía".
En cuanto a una eventual devaluación, comentó: "algunos colegas sostienen que habría que devaluar un 30 o un 40 por ciento el peso, pero a mí me parece una exageración, incluso ponerle un número a este atraso. Aunque parecería que está más cerca de un 20 por ciento".
Para Machinea, el Gobierno "fue retrasando el tipo de cambio, hasta producir, en algunos casos extremos, incluso situaciones de quiebra en las economías regionales. Y, otro lado, el país también padece la falta de acceso al crédito".
"Yo no digo que se endeuden mucho o poco, pero otros países de América latina crecieron y se están endeudando. La Argentina, en cambio, eligió suavizar la restricción externa imponiendo, a la vez, restricciones muy fuertes en el mercado cambiario", advirtió.
En este marco, el ex titular del Palacio de Hacienda sostuvo que la actual política económica "no surte efecto porque no hay un programa antiinflacionario".
"Lo que tenemos son agregados nominales que crecen de 30 a 35 por ciento del gasto público, y los salarios también, sobre todo en el pasado reciente, tuvieron un fuerte incremento.
En ese escenario económico no quedaba en claro cuál era el ancla que trataba de controlar la inflación", añadió.
Y evaluó que "hubo, sí, una política antiinflacionaria que, a costa del atraso de los precios relativos, buscó frenar la inflación: no ajustamos las tarifas, no ajustamos el tipo de cambio...
pero igualmente terminamos con un 25 por ciento de inflación y, sobre todo, con una distorsión muy grande de los precios relativos".
Por eso, sostuvo que "hay que aplicar un programa antiinflacionario, pero para eso, ante todo, hay que reconocer cuál es la inflación real. Con una inflación del 25 por ciento, lo que hay que hacer es un programa que la combata en forma gradual, bajándola primero al 18, luego al 12 y después aún más, hasta que deje de afectar a la economía".
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