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IMPRESIONES

Reposos

Dos dolencias nos tienen en vilo, nos mantienen alertas y expectantes: la arritmia de la Presidenta y el desgarro de Messi. Los médicos fueron optimistas y claros: el pronóstico es alentador, pero deberán vivir con más cuidado y apartarse por un tiempo de los grandes partidos.
Mientras se aguarda que la Presidenta vuelva a empuñar su bastón de mando, la gente quiere penetrar en los consultorios del Barcelona para saber algo más sobre un desgarro que le duele a todo el país futbolero.
El parte de la Fundación Favaloro indicó que se “observó un bloqueo intermitente de la rama de
conducción eléctrica izquierda”, aunque avisaron que ese bloqueo “no interfiere con una normal frecuencia y función cardíacas” de Cristina Fernández.
Y el club Barcelona informó que “el delantero argentino sufre una rotura muscular en el bíceps
femoral de la pierna izquierda. Si se cumplen los plazos de recuperación establecidos, se perderá un mínimo de 8 partidos”.
Es mejor que se repongan bien porque los espera un fixture sobrecargado y difícil, con muchos apretones y muchas zancadillas. En su mundo, no hay amistosos, todas son semifinales. Y cada fecha plantea nuevos adversarios y nuevos desafíos.
El fin de año siempre abre un paréntesis, aconseja retomar fuerzas, predispone al balance y propone nuevas perspectivas. Los dos tienen por delante paradas decisivas: Messi en el 2014 y la Presidenta en el 2015. Y los dos van a necesitar músculos y conductores eléctricos en perfecto estado. Hoy están en reposo. Y el reposo es una buena palabra. Supone un repliegue estratégico para poder volver con más fuerza. Cuando el cuerpo plantea sus demandas no se puede dejar de escucharlo.
Irrumpe y se hace notar. Avisa y exige. No pide audiencia ni tiene suplente.
Para el crack y la Presidenta, lo urgente es esperar, dejar que la medicina y el reposo curen y que la anatomía se encargue de ordenar una agenda que necesitará músculos y corazón a la altura de las grandes competencias que vienen llegando.
Esta pausa los habrá invitado a reflexionar, a pensar y repasar proyectos y temores. Y sobre todo, a medir el hueco que va dejando su propia ausencia. Habrá sido bueno saborear la calma, olvidarse un rato de su vida pública, dejar que el tiempo pase, poder darle un espacio a la tregua, poner en suspenso sus propios desvelos y recordar que a la Presidenta del país y al rey del fútbol no les queda otra cosa que hacer reposo y añorar el sabor de las multitudes.
Muchos creen que no hay dolencia inocua ni inocente, que todas expresan algo más, que el cuerpo es un mensajero que pasa facturas.
Los músculos de Messi, ¿sentirán que Brasil se acerca? Las molestias de la Presidenta, ¿se reavivan cuando el decisivo 2015 asoma?
Cristina en cualquier momento sale a la cancha. Messi deberá esperar un poco más. El país está pendiente de sus reapariciones y sus gambetas.

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