El presente de la provincia de Buenos Aires se expresó este jueves en toda su dimensión en una reunión del Consejo de las Américas, un foro en el que se reúnen empresarios de aceitada relación comercial con los Estados Unidos. Es que las principales figuras políticas bonaerenses concurrieron al lujoso hotel Alvear porteño para exponer su pensamiento económico y la proyección política del distrito y del país, en un momento en que los hombres ade negocios empiezan a diseñar un esquema post kirchnerista.
En ese contexto fue que desfilaron por las mullidas alfombras del palacio capitalino Daniel Scioli, Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Francisco de Narváez, quienes por cierto no coincidieron en el diagnóstico sobre el estado económico del país y menos aún sobre la forma de resolver los problemas que se presentan a la vista de todos, como la inflación.
Sin embargo, todos ellos advirtieron sobre la necesidad de generar acuerdos básicos en materia productiva, según pudo constatar EL DIA durante el encuentro.
Empresarios atentos
Los empresarios -entre ellos algunos de la talla de Cristiano Ratazzi (FIAT) o Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000- siguieron con atención los discursos de los dirigentes bonaerenses, luego de una extenuante -por lo excesivamente técnica y extensa en el tiempo- disertación del CEO de YPF, Miguel Galuccio. Entre los hombres de negocios hubo una marcada expectativa por escuchar a Massa, quien fue invitado al encuentro tras la victoria del Frente Renovador en las elecciones primarias.
Massa aprovechó el escenario para replicar algunos cuestionamientos que le hace el kirchnerismo y de movida aseguró que no es partidario “del ajuste ni de la devaluación”. Y tocó música para los oídos de los empresarios: “El camino es la inversión y la construcción de confianza”, aseguró. Antes, en un contacto con la prensa apostada en la puerta del hotel, se había diferenciado del Gobierno por el trato dado a la empresa aérea transandina LAN. Y volvió a reclamar una reducción del impuesto a las Ganancias.
El candidato del FR estuvo rodeado por los economistas de su espacio Miguel Peirano y Ricardo Delgado, al tiempo que se mostró muy respetuoso con José Octavio Bordón, uno de los dirigentes que en la década del 90 fundaron el Frepaso como una expresión política disidente de la hegemonía menemista en el peronismo. “Argentina no es un país en absoluta crisis, ni tampoco en un proceso de crecimiento. Está en un proceso de estancamiento”, describió Massa ante el influyente auditorio empresarial.
Antes había sido el turno de Scioli, quien admitió que el Gobierno nacional debe “encarar el tema de la inflación”, pero advirtió que la responsabilidad es compartida con los empresarios y los sindicatos. “En la Argentina, como cualquier otro país del mundo, no todo está bien, pero tampoco todo está mal, y estamos mejor y podemos mejorarlo aún más. De eso se trata y es la responsabilidad que tenemos que tener entre todos”, abundó el gobernador de Buenos Aires.
Luego pronunció una frase que despertó murmullos: “El Gobierno (de Cristina Kirchner) tiene que terminar lo mejor posible”, definió. Antes de retirarse del hotel Alvear, Scioli intercambió unas palabras con su par de Chaco, Jorge Capitanich, sobre una inminente convocatoria al Consejo Nacional del PJ. Más temprano había disertado también la ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, quien dijo que “las finanzas de la Provincia están en un sendero de sustentabilidad y solvencia fiscal”.
Reclamo opositor
Una visión distinta manifestaron Stolbizer y De Narváez.
La diputada nacional y candidata a renovar su cargo por el Frente Progresista bonaerense, en ese ámbito, reclamó al Gobierno “modificar su política de alianzas internacionales” para poder “participar de las discusiones” a nivel global. “Somos un país que tiene hoy en términos reales el mismo PBI que el que teníamos en la década del ‘70, y otros países de la región, en cambio, crecieron cinco veces”, planteó la dirigente, que criticó a la Casa Rosada además por la “inflación y la inseguridad”.
Mientras, el candidato del frente Unión por la Libertad y el Trabajo fue quien pronunció el discurso más cercano al pensamiento de los empresarios. De Narváez fue directo al grano: “Propongo que volvamos al mercado de capitales internacionales para el sector público y privado”, afirmó y agregó: “Endeudarse es una buena decisión en este mundo en donde las ventajas en las cuales podríamos acceder al crédito acelerarían el proceso de desarrollo del país”.
De Narváez desgranó además una propuesta que denominó “acuerdo de compromisos básicos”, entre los que destacó especialmente ante los empresarios “la necesidad de un shock de calidad institucional y un programa de desarrollo económico equitativo y sustentable”. El candidato opositor sorprendió, por último, con un elogio para los gobernadores Scioli, Capitanich y Antonio Bonfatti (Santa Fe): “Los estaba escuchando y me parece que estamos tarareando la misma melodía”, afirmó.
Con todo, los dirigentes bonaerenses acapararon la atención en el tramo final del Consejo de las Américas, un foro que en los últimos años estuvo dominado por el kirchnerismo, tanto en términos políticos como económicos. Sobre todo, los empresarios “pararon la oreja” para escuchar a Massa y Scioli. Entre bambalinas, más de uno comentó -entre críticas hacia la Casa Rosada- que en la provincia de Buenos Aires se está gestando el nuevo liderazgo político del país con miras al recambio de 2015.
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