LA VARIACIÓN DEL ROL Y EL PODER DE LOS MEDIOS EN EL TIEMPO LLAMA AL PERIODISMO A LA REFLEXIÓN

Oficio de periodista: "Sin libertad de expresión no existe libertad y sin libertad no hay democracia"

Una de las profesiones más reconocidas y cuestionadas celebra su día. El periodismo, como narrador de noticias y como puente entre la gente y los gobernantes. Fernando Rubio, periodista, cuenta sus numerosas experiencias.

Plasmar en una hoja lo que pasa en la calle, ponerle voz a una historia que permaneció en silencio durante  años, darle movimiento y forma a un hecho de la historia para que muchos años después otras generaciones lo puedan ver, son algunas de las cosas a las que se dedica un periodista.
Hoy, muchos que aceptaron vivir con adrenalina y dedicarse a relatar historias que merecen ser contadas celebran el Día del Periodista.
Por dicho día se entrevistó al periodista Fernando Rubio, dueño de una gran trayectoria y por sobre todas las cosas, portador del espíritu de la curiosidad.
-¿Por qué quisiste ser periodista? ¿Cuál fue tu escuela? ¿La calle o la facultad?
-Siempre me gustó ser testigo, estar donde pasaban las cosas. Siempre hubo en mí algo de curiosidad.
La calle fue mi principal escuela. El periodismo en la facultad sirve para nutrirse de conceptos básicos pero lo que hace a uno es la experiencia propia.
Cuando empecé no había muchas escuelas de periodismo. Estudié en la Escuela Panamericana de Arte.
Cuando entré a trabajar en los medios la gente más grande, mis maestros del periodismo, no habían estudiado. Julio Peréz Andrade, Ricardo Romero, José Ignacio López y Horacio Tato son algunos de mis referentes. Todos ellos me trasmitieron conocimientos.
Ser riguroso en los datos fue una de las cosas que me enseñaron y eso compite con la velocidad. Ese es el dilema del periodismo: rigurosidad versus velocidad.
-¿Cómo ves al periodismo actual en relación a tus comienzos?
-Lo que más cambió fue la velocidad. Es mil veces superior a lo que era hace 35 años.
La nueva era tecnológica, Internet y los medios electrónicos antes no los teníamos.
Yo vengo de una escuela donde todavía se escribía a máquina. Tuve que pasar el paso de la máquina a la computadora. Hoy los jóvenes no viven eso.
La velocidad que da Internet permite tener más rápido las noticias pero a su vez esto no deja lugar para la reflexión. Antes, entre que conocíamos la primera parte de una noticia hasta que se completaba, podían pasar cinco o seis horas.
Esa velocidad hace que a veces no evaluemos la intensidad que tiene la noticia y cómo va a repercutir en el público.
-¿Cuáles son los pros y contras del dinamismo con el que se trabaja actualmente?
-A favor es que hay muchas más noticias ahora que antes. Al haber más canales de comunicación se multiplicaron las noticias. Y en contra es que tanta invasión de noticias puede producir una saturación en la opinión pública.
La opinión pública hace 25 años estaba ávida de noticias. Hoy en día hay gente que te dice que no lee el diario, no mira televisión ni escucha radio porque está sobrepasada de datos.
-¿Qué pasaría si hubiese menos noticias y con menos velocidad? ¿Cuál sería la reacción de la gente?
-Tal vez con menos noticias, a esas que hay, las analizarían mejor. Porque al ser tan veloces y estar una encima de la otra hace que no puedan pensar. La gente deglute noticias pero no las asimila.
-Con Internet como gran soporte de información... ¿se corrieron los límites?
-Sí. Internet es una red de información tan grande que cuesta buscarle los límites.
Yo le daría un consejo a los jóvenes: Internet tiene sus peligros a la hora de buscar información. No todo lo que está en la web es cierto. No hay que manejarse sólo con Internet. Lo mejor es trabajar con las fuentes personales.
-¿Cómo ves la relación entre los medios de información y la gente? ¿Quién impone agenda?
-Antes los medios estaban más diversificados al tipo de público. Uno sabía que podía trabajar en un medio periodístico y ya por el tipo de público que consumía ese medio, sabía qué tipo de noticias tenía que darle.
Los medios quieren imponer a la opinión pública la demanda de noticias. Antes no era así, la opinión pública era la que demandaba a los medios.
Yo creo que la agenda la tiene que imponer la opinión pública. Lo que ocurre es que la prensa debe ser un poder (por eso se llama Cuarto Poder) contra el poder.
-¿El periodismo sigue siendo "El Cuarto Poder"?
-Ahora ha perdido. Yo diría que es el quinto o sexto poder. Porque lo cuestionaron los poderes políticos y económicos.
Hasta hace diez años, según la opinión pública, el periodismo era uno de los mayores sectores de credibilidad y ahora perdió eso porque desde otros ámbitos se pone en duda la veracidad de las noticias.
-¿Qué es el periodismo en su esencia básica?
-Darte la oportunidad para que digas lo que piensas aunque a mí me cueste la vida.
Sin libertad de expresión, no existe libertad y sin libertad no hay democracia.
-¿Qué le dirías a aquellos que comienzan en el periodismo?
Si creen que van a ser millonarios, que se olviden.
Ante todo no perder de eje la ética profesional y guardar siempre el recaudo. Acordarse de que cuando uno publica algo, tiene que ser de la misma forma que uno lo pueda decir honrosamente. 

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