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Obras e inundaciones

El problema de las inundaciones no es un fenómeno nuevo en el partido de La Plata. Si tenemos en cuenta los grados de urbanización tanto en el ejido de la Ciudad cuanto en los desarrollados barrios que lo rodean, se advierte que el mismo no fue acompañado con las obras de infraestructura que se deberían haber construido en correspondencia con el aludido crecimiento.
Ya en el año 2002 La Plata sufrió una primera inundación que perjudicó a los vecinos de la zona norte. Esto motivó que el entonces intendente recibiera uno de los estudios sobre la cuenca del Arroyo “El Gato” de parte de la Universidad local a los efectos de prevenir futuras inundaciones, para, lo cual se tuvieron en cuenta, entre otros elementos, los datos de pluviometría históricos, las características topográficas y la modelización del sistema de desagües.
Posteriormente al suceso señalado, en 2005 quedaron anegados por lluvias intensas, amplios sectores del partido, ante los desbordes producidos en las cuencas de la zona norte, es decir Arroyo Carnaval y Arroyo Martín.
Este fue uno de los motivos por el cual la Intendencia Municipal estimó necesario desarrollar un programa de obras de evacuación de aguas de lluvia licitando un conducto subterráneo cuya traza corre por avenida 19.
No obstante la serie de obras que se deberían haber construido fueron postergadas y las prioridades de ejecución no contemplaron la realización de los completamientos indispensables para la solución del problema.
Justamente volvieron a repetirse sucesos de inundación relevantes, con distintos niveles de perjuicios para los vecinos afectados. En este sentido se reiteran inundaciones como la del 28 de febrero de 2008 que vuelve a castigar a la zona norte del partido, con altos grados de afectación.
O sea que la ocurrencia del fenómeno producido no puede sorprender. Si bien es cierto que la lluvia tuvo una intensidad y duración, no registrada desde que se comenzaron a medir con regularidad las precipitaciones, no menos cierto es que la falta de planificación y ejecución de obras de de-sagües quedaron puestas de manifiesto en forma clara y dramática.

Después del 2008

También se debe señalar que la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas dependientes del Ministerio de Infraestructura de la Provincia, luego de la inundación del 28 de febrero de 2008 realizó estudios sobre cada una de las cuencas de los arroyos que constituyen el sistema de drenaje del partido de La Plata donde se incluye, como el más importante, el correspondiente a la cuenca de “El Gato”.
Se concluye este estudio con proyectos de nivel ejecutivo que abarca la construcción de canales aliviadores que direccionan las aguas de lluvia excedentes y una salida paralela al Arroyo, para mejorar la evacuación de las aguas.
Desde luego que estas obras demandarán importantes erogaciones, que no pueden ser financiadas con aportes municipales, debiendo recurrirse al auxilio de la Provincia y de la Nación. En este aspecto no se puede obviar el hecho de que el 29 de noviembre de 2.006 se crea un fideicomiso a nivel nacional con el objetivo de mitigar las inundaciones, estando su capital constituido por un impuesto a las naftas.
Sin embargo nada se hizo. También tiene responsabilidades el Consejo Hídrico Federal cuya presidencia le correspondería a la Provincia de Buenos Aires, que no ha designado su representante a tiempo.
Cabe consignar, que de haberse ejecutado las obras, debido a las características de la lluvia producida, la semana pasada en La Plata, no hubiesen impedido su anegamiento, pero seguramente los grados de afectación hubiesen sido mucho menores y las superficies alcanzadas por la inundación presentarían una reducción significativa.

Las alertas

Otro tema a considerar son tanto las alertas meteorológicas cuanto hidrológicas. Es evidente que si se contara con un sistema abarcativo de radarización territorial y una red hidrométrica adaptada a las exigencias se hubiese podido dar mejor información a los ciudadanos afectados, para que tomen las precauciones del caso.
La tecnología moderna provee de elementos suficientes como para predecir sucesos con una antelación suficiente a los hechos, aunque las singularidades de la naturaleza puedan generar riesgos evidentes por lo inesperado de algunos sucesos. No caben dudas de que siempre resultaría mucho más conveniente contar con ciertas previsiones compatibles con la importancia de los mismos.
Precisamente hay que tener en cuenta algunos pronósticos de adecuada confiabilidad que fueron analizados en la última reunión de previsión climática, con la presencia de especialistas del Servicio Meteorológico Nacional, donde se señaló la posibilidad de una mayor frecuencia de lluvias de distinta intensidad, para los meses de mayo y junio, en la región centro del país, abarcando además las provincias de La Pampa y de Buenos Aires.
Es evidente que La Plata necesita mejorar sustancialmente su infraestructura. La falta de inversión, y en algunos casos de proyectos, han generado serios problemas a los habitantes de la ciudad poniendo de manifiesto una clara ineptitud de los distintos gobiernos que se han sucedido, por lo menos en los últimos veinte años. Y esta incapacidad manifiesta se vio dramáticamente reflejada en los sucesos de inundación del que a pesar de lo difícil, es necesario reponerse.n

(*) Ingeniero Hidráulico y Civil.

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