En una dura advertencia al poder político, la cúpula de la Iglesia católica advirtió que la Argentina corre el riesgo de caer en nuevas divisiones con "bandos irreconciliables", criticó los "excesivos caudillismos" que menoscaban la autonomía de los poderes del Estado, sobre todo el judicial, y exhortó al diálogo y a bajar los niveles de confrontación en la sociedad. El pronunciamiento sobre la realidad del país había sido aprobado en el plenario episcopal de principios de noviembre, pero los obispos, presididos por monseñor José María Arancedo, decidieron postergarlo hasta evaluar el impacto de la protesta ciudadana conocida como 8N y el paro convocado por la CGT opositora de Hugo Moyano y de la CTA de Pablo Micheli.
CRITICÓ LOS "BANDOS IRRECONCILIABLES"
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