Un fuerte rechazo opositor, sobre todo de la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió, cosechó en los últimos días un proyecto del Gobierno para regular de manera “laxa” y “mínima” las apuestas online, combatiendo principalmente el juego clandestino, pero esquivando medidas de fondo para mitigar los efectos del negocio legal en expansión. De acuerdo al borrador elaborado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) que se filtró, la iniciativa del oficialismo no incluye restricciones considerables a la publicidad ni menciona los vínculos entre las casas de apuestas y los clubes de fútbol, uno de los puntos centrales del texto que aprobó Diputados (y quedó trabado en el Senado) por impulso de la Coalición Cívica, Unión por la Patria, la Izquierda y un sector del radicalismo.
Aquel proyecto avanzó pese al rechazo de la Asociación de Loterías, Casinos y Quinielas y a los 36 votos en contra del oficialismo, mientras que el Pro y parte de la UCR se abstuvieron.
La iniciativa opositora planteaba limitar la publicidad de las plataformas; restringir su presencia en eventos deportivos, culturales y sociales; regular el uso de billeteras virtuales; y establecer un programa educativo para prevenir la ludopatía.
Ninguno de esos puntos es desarrollado de manera integral en la propuesta del Poder Ejecutivo, que no ingresó formalmente al Congreso. “Se elaboró el año pasado, pero quedó ahí. Se decidió no impulsarlo”, dijeron desde la Sedronar.
De acuerdo al borrador del Ejecutivo que se circuló, el documento oficial evita meterse con la publicidad del juego legal, central en el sistema de apuestas. La única prohibición concreta recae sobre los operadores no autorizados. El texto no menciona los eventos deportivos ni prohíbe la propaganda en camisetas de fútbol, como sí lo hace la media sanción aprobada en Diputados. Para las plataformas habilitadas solo fija condiciones generales que, en la práctica, ya se aplican, como evitar anuncios dirigidos a menores o asociados a beneficios económicos, éxito social, consumo de alcohol o conductas delictivas.
Otro de los puntos clave del negocio como son los medios de pago online también queda relegado en el proyecto de la Sedronar. El artículo 21 solo sugiere que el Banco Central -“o el organismo que en el futuro lo reemplace”- deberá “evaluar” posibles medidas para fomentar un uso responsable de las plataformas de pago, con especial atención a aquellas que estén a nombre de menores de edad. La redacción no establece condiciones concretas ni mecanismos de control efectivos sobre una herramienta central en la operatoria de las casas de apuestas.
La misma lógica parece aplicar para las campañas educativas. El texto se limita a encomendar la elaboración de un “Plan Estratégico de Prevención de los Juegos de Azar en Línea” sin ofrecer detalles sobre sus lineamientos ni su ejecución.
Críticas
“Es una vergüenza”, advirtió en la red social X el presidente de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro, al cuestionar el texto del oficialismo y amplió: “El Gobierno dice que quiere prevenir la ludopatía, pero impulsa un proyecto que es una verdadera vergüenza. Un intento burdo de encubrir lo que realmente defienden: los negocios del juego online.
Está, o parece, redactado por los Chiqui Tapia y las empresas de apuestas. El texto protege la publicidad que engancha a menores y normaliza la adicción como parte del consumo cotidiano”.
Para Ferraro, “promover el juego de azar entre menores no es solo irresponsable: es moralmente inaceptable. No hay libertad donde hay adicción, ni progreso en una práctica que destruye voluntades, esclaviza el alma y desvaloriza el esfuerzo y el trabajo digno”.
El diputado nacional alertó también que “mientras miles de familias argentinas claman una respuesta ante un flagelo que arrasa con la vida de sus hijos, sus vínculos y sus economías, el Gobierno, junto a sus socios del poder deportivo y empresarial, pretende imponer este adefesio que va contra una ley que ya tiene media sanción. Vamos a enfrentarlo porque es un veneno silencioso. No vamos a dejar que la complicidad y el lobby sean más fuertes que el derecho de nuestros pibes a crecer libres. Esto es una vergüenza”, insistió.
También la diputada nacional de la CC y principal impulsora del proyecto para combatir la ludopatía, Mónica Frade, le apuntó al Gobierno por la parálisis legislativa del texto: “Nunca quisieron este proyecto. No quieren eliminar la publicidad, no quieren las limitaciones que hemos puesto”, alertó y, como presidenta de la Comisión de Control de Adicciones y Narcotráfico en la Cámara Baja, se comprometió a seguir de cerca el debate para que el Senado lo convierta en ley.
Incluso, el propio presidente Javier Milei llegó a anticipar a fines del año pasado que vetaría la normativa si el Congreso llegara a sancionarla. Algo que le valió el reproche de un sector de la Iglesia, que reclamó que la Cámara Alta habilite el debate que propone restricciones más duras para las casas de apuestas.
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