Su primera visita como Papa fue en julio de 2013 a Brasil.
Su primera visita como Papa fue en julio de 2013 a Brasil.
RELACIÓN CON LOS PRESIDENTES

La visita a Argentina, cuenta pendiente del Sumo Pontífice

Fueron muchas las veces que se dijo que visitaría el país como papa. Sin embargo nunca sucedió y los argentinos no tuvieron la chance de recibir a un Papa nacido en su misma tierra

Cuando aquel inolvidable 13 de marzo de 2013 Jorge Bergoglio resultó electo Papa, sucesor del renunciante Benedicto XVI, y tras elegir llamarse "Francisco", en referencia a Francisco de Asís, santo patrón de los pobres, en Argentina, entre la incredulidad del acontecimiento y las celebraciones surgió la enorme expectativa de que otra vez un Santo Padre, esta vez nada menos que argentino, visitara el país.

Su primera visita como Papa fue en julio de 2013 a Brasil, donde dejó una frase que tuvo mucho recorrido: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?".

La cercanía del primer viaje hizo pensar que podría venir a la Argentina, pero no fue así. En su época de cardenal, Bergoglio fue duramente cuestionado por Néstor y Cristina Kirchner, a tal punto que llegó a ser llamado el "jefe espiritual de la oposición".

Fue el ex secretario de Comercio interior, Guillermo Moreno, quien le recomendó a la entonces presidenta Cristina Kirchner que lo mejor era "amigarse" con el Sumo Pontífice. Y así fue, con un pedido de disculpas de parte de la ex mandataria. "Yo creía que usted era otra cosa", debió decirle en ese pedido de perdón. 

La fría relación con Macri en el último tramo de su gestión y las elecciones presidenciales de 2019 también atentarían con el ansiado viaje, que así como surgía la posibilidad éste era postergado, una y otra vez.

Sería en el turno de Alberto Fernández y de la mano de quien fuera su primera canciller, Susana Malcorra, cuando resurgiría la esperanza de una visita papal. Pero la funcionaria sería de las primeras en abandonar el gobierno y con ello otra vez el sueño de millones de argentinos comenzaba a diluirse. La pandemia, la posterior postura de Alberto Fernández de confrontar con la oposición, algo que era rechazado por Francisco, y haber promovido la legalización del aborto terminó por romper la relación y un eventual viaje.

Con Javier Milei la relación fue de menos a más sin llegar a un excelente vínculo, pero por lo menos alejado de lo explosivo que había comenzado por los agravios que el libertario le había lanzado. Ya como Presidente, visitó Roma y estuvo reunido durante una hora con Francisco. La relación había sido recompuesta a pesar que ideológicamente el Santo Padre estaba en la vereda de enfrente de la del mandatario.

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