“LA TEMPORALIDAD NOS DA INCERTIDUMBRE”

Hay prudencia entre los productores bonaerenses

La sequía del noroeste bonaerense y la caída del precio internacional de la soja, se vino combinando como ingredientes que aportaban al campo inquietudes y preocupaciones extras, como la del mantenimiento de las retenciones a las exportaciones, a pesar de un reacomodamiento de la macroeconomía, que inclinaba la balanza en contra del productor. 

En ese contexto, el anuncio del gobierno nacional fue tomado ayer por el campo bonaerense con “beneplácito” pero también con “prudencia”. 

“En principio, la medida es buena, pero no esperábamos que fuese temporal”, dijo ayer ante medios de comunicación, el secretario general de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (Carbap), Pablo Ginested. Si bien se mostró conforme, ”esta baja era uno de nuestros reclamos” expresó, también objetó su carácter temporal. Es que el anuncio del gobierno nacional implica una disminución del 20 por ciento del impuesto de exportación a los granos, pero solo hasta junio. 

“Es por cuatro meses y eso es un problema porque a fines de mayo se comenzarán a distorsionar los precios, provocando una fuerte incertidumbre en el productor, que en la cadena de comercialización, siempre lleva las de perder”, explicó el dirigente rural bonaerense. 

En esa línea, Ginested opinó que la medida obedece a fomentar la liquidación de soja y al ingreso de dólares al país. “Eso nos parece bien, lo que objetamos es la condición de las bajas temporarias que nos impiden planificar y arrojan mucha incertidumbre a nuestra actividad”, insistió. 

El productor describió la situación en medio de un escenario en el que la sequía afecta con mucha fuerza la zona del noroeste de la Provincia, desde Pergamino hasta sectores cercanos al límite con La Pampa, así como parte del centro. “Hasta ahora, la condición climática se está asemejando a la sequía que sufrimos en 2023 y eso también nos afecta”, dijo. 

Ginested insistió en considerar que una baja del impuesto del 20 por ciento es “una medida positiva”. En el caso de la soja, las retenciones pasaron del 35 al 26 por ciento, mientras que las de trigo y maíz fueron del 12 al 9,5. “El problema es que se asemeja a lo que fue el ´dólar soja´ de Sergio Massa, un antecedente que ya nos mostró que nos quita estabilidad para proyectar e intentar que el productor no lleve siempre las de perder”, concluyó.

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