El peso argentino se revaluó más del 40% en los primeros 10 meses del año.
El peso argentino se revaluó más del 40% en los primeros 10 meses del año.
LAS RAZONES DEL CAMBIO

El peso argentino es la moneda que más se fortaleció en el mundo

En los primeros diez meses del año se incrementó un 40,1%. En contraste, el real brasileño registró una devaluación cercana al 13%.

El peso argentino lideró el ranking global de apreciación monetaria en los primeros diez meses del año, con un incremento del 40,1%. En contraste, el real brasileño, la moneda de Brasil, principal socio comercial de Argentina en el Mercosur, registró una devaluación cercana al 13%. 

El análisis, presentado por GMA Capital, fue basado en datos del Bank for International Settlements (BIS) y destacó que el peso argentino superó ampliamente el desempeño de la lira turca, que se revalorizó un 16,5% en el mismo período. El tercer lugar en el ranking lo ocupó Malasia, seguido por Sudáfrica y Tailandia. En el otro extremo, entre las monedas más depreciadas, después de Brasil se encuentran México y Hungría, junto con las divisas de Corea del Sur, Suecia, Colombia, Chile, Filipinas, Japón y Chequia. 

Mientras tanto, los economistas debaten si hay o no atraso cambiario, aunque el peso fue la moneda más apreciada del mundo en 2024. 

La apreciación del peso argentino, que lo posicionó como la moneda más fortalecida a nivel global, se explica principalmente por el esquema cambiario vigente, que se caracteriza por un cepo y un ritmo de devaluación mensual del 2%. 

Este ajuste se mantuvo considerablemente por debajo de los niveles registrados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a lo largo de 2024. 

Detrás del peso, entre las monedas más apreciadas a nivel global en el período diciembre 2023 - octubre 2024 se encuentra la lira turca (16,5%), Malasia (8,5%), Sudáfrica (8,1%), Tailandia (4,8%), India y EEUU (3,2%), Islandia (3,1%), Reino Unido (2,5%) y Polonia (2,4%). 

Por otro lado, el real brasileño, principal socio comercial, fue la moneda más devaluada con 12,8%, seguido por México (11,5%) y Hungría y Corea del Sur (4%). 

Puntualmente en el caso de Brasil se aceleró la devaluación de su moneda en la última semana a un récord de 6 reales por dólar. El salto cambiario y el descenso de las acciones en Brasil se dio luego de que el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, anunciara que el paquete de medidas de contención del gasto del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva generará un ahorro de 70.000 millones de reales (equivalentes a U$S11.800 millones) en los próximos dos años. 

Esta situación plantea interrogantes en cuanto a la competitividad con el país vecino y amenaza con ampliar el déficit en el comercio bilateral, siendo este el principal origen de las importaciones y destino de las exportaciones argentinas. 

Con respecto a nuestro país, el informe señala que “en este contexto, el tipo de cambio real multilateral (TCRM), un proxy de la competitividad precio de la economía, está en mínimos desde 2015 y cada vez más cerca de los valores de fines de 2001 , dijo GMA Capital. 

“Según los manuales, esta situación no es inocua para el sector externo. Por caso, en septiembre, y por cuarto mes consecutivo, el saldo de cuenta corriente cambiaria arrojó un valor negativo. Esta vez fue por U$S700 millones, acumulando una salida de divisas por U$S3.636 millones en el tercer trimestre, con un tipo de cambio promedio de $1.080 por dólar a precios de hoy. Si la cuenta corriente ya comienza a sufrir, ¿qué queda para lo que vendrá?”, consideró la consultora. 

“Pero la realidad siempre es más compleja. Por eso, la métrica del tipo de cambio real, un factor que muchos economistas consideran endógeno (es resultado de la interacción de otras variables fundamentales) constituye tan solo un medidor de la competitividad. Existen otros indicadores que nos podrían aclarar un poco más acerca de la situación del mercado externo argentino”, agregó. 

Dichos indicadores se relacionan con el agro, el turismo, el sector energético y los salarios en dólares. Sobre el primero, el aliciente de los productores a liquidar este año, luego de una sequía para el olvido en la campaña previa, se relaciona más con la brecha cambiaria que con el tipo de cambio real en niveles históricamente bajos. “Mientras que, a fines de 2015, la brecha se encontraba en torno al 50%, hoy solo es del 9%, lo que incentiva la liquidación. Es decir, independientemente del precio internacional, un productor captura más dólares por cada dólar liquidado”, precisó GMA. 

En tanto, otra gran incógnita con respecto a la sustentabilidad del sector externo sobrevuela en torno a la magnitud de la salida de divisas por turismo en los próximos meses. A estos niveles de tipo cambio, se espera uno de los mejores veranos para vacacionar en otros países, particularmente Brasil, desde 2018. “La cuenta corriente hoy ya está sufriendo por este sector, aunque se asoma un posible salvador a las cuentas externas”, aseguró el informe. 

Y agregó: “El rubro energético sería el nuevo gamechanger que puede generar los suficientes dólares a futuro de manera tal que dicha salida de divisas no comprometa el equilibrio externo. Después de todo, si hay o no apreciación cambiaria estará dictado por el símbolo final de este balance en los próximos meses. Y es que con proyecciones de un superávit energético de alrededor de U$S7.400 millones para 2025 (según Economía y Energía), este saldo podría darse vuelta”. 

Si bien el tipo de cambio no es tan competitivo en la actualidad, la estructura de costos de las empresas son determinantes para terminar de medir la competitividad y el nivel de sostenibilidad del tipo de cambio.

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