El Gobierno decidió mantener la suspensión del Fondo de Incentivo Docente y asignó a las universidades nacionales casi la mitad de los recursos que habían solicitado, según se desprende del proyecto de Presupuesto presentado por el presidente Javier Milei.
El oficialismo asignó a las altas casas de estudios 3,8 billones de pesos, mientras que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) están pidiendo para funcionar 7,2 billones de pesos.
A eso se suma que se mantiene la suspensión del Fondo de Incentivo Docente (FONID) que rige desde enero y que provocó quejas de la oposición de la Cámara de Diputados, que buscó, aunque todavía sin éxito por diferencias en los bloques opositores, sancionar una ley para restituir el FONID.
La decisión de otorgar la mitad de los fondos que piden los rectores profundizará el conflicto no solo con los docentes y estudiantes, sino con los bloques aliados de la UCR, Encuentro Federal y la Coalición Cívica, a los que el oficialismo necesita para aprobar la ley de gastos y recursos.
La resolución del Gobierno sucede pocos días después de que el Senado haya convertido en ley un proyecto para ampliar para este año el presupuesto universitario, que tiene un impacto fiscal de 738 mil millones de pesos y que Milei anticipó que será vetado.
Ahora, el Gobierno contempla para el próximo año otorgar 3,8 billones de pesos que, a juicio de la oposición, no alcanzarán para garantizar el funcionamiento de las universidades nacionales.
Los recursos para el sistema educativo
El Gobierno formalizó el domingo que destinará el 5,7 por ciento del Presupuesto Nacional al sistema educativo, donde se incluyen los fondos para las universidades, el Plan de Alfabetización Nacional, el Programa Progresar y la atención de comedores escolares.
De acuerdo al Presupuesto, se financian distintos programas dentro de los cuales se destacan el Desarrollo de la Educación Superior; el Plan Nacional de Alfabetización, el Programa de Respaldo a Estudiantes de la Argentina (PROGRESAR), la atención de comedores escolares y diversas acciones de infraestructura, entre otras políticas.
El programa Desarrollo de la Educación Superior atenderá la actividad académica en todo el país. También establece que el Plan Nacional de Alfabetización se erige como prioritario en 2025, conforme diversas acciones de mejora educativa (capacitación a docentes) y la provisión de materiales (libros, materiales didácticos, equipamiento) para alcanzar sus cometidos. Además, se proyecta para 2025 la atención de más 1,5 millones de becas a estudiantes de todo el país.
También se fija que habrá asistencia alimentaria a los alumnos pertenecientes a sectores vulnerables a través de 12.000 comedores escolares en todo el país.
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