Referentes de pequeñas y medianas empresas (pymes) salieron a rechazar en las últimas horas el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que impulsa el Gobierno y que, según alertaron, podría conducir a una “reprimarización” de la economía argentina y atentar contra miles de fuentes laborales. Algo a lo que también apuntaron los gobernadores de las provincias de Buenos Aires y La Pampa.
“Estamos muy preocupados. Esta ley condena a toda la población al subdesarrollo por mucho tiempo”, advirtió el titular de APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), Julián Moreno. Agregó que el sector pyme “viene de mal en peor” y que el RIGI podría asestarle un “durísimo golpe” a las pymes al abrir una frontera al capital extranjero “sin límites”.
“Es una vergüenza, una pérdida de soberanía. Significará la entrega de recursos que creímos que era un bien que teníamos que celebrar como el litio, el petróleo, el gas, el agro”, cuestionó Moreno e insistió en que a partir de esta ley “se abren las fronteras para que salgan todos esos recursos del país y que no les quede nada de nada a los argentinos”.
En su interpretación, el RIGI “desprotege a las industrias nacionales, en particular a las pymes, porque no podrán competir con los grandes inversores extranjeros que podrán importar todo, desde bienes de capital hasta el más mínimo insumo, y eso sin ningún límite. Los beneficios, según plantea la ley, se extenderán por 30 años”.
CRÍTICAS DE KICILLOF Y ZILIOTTO
A los cuestionamientos se sumaron las voces de gobernadores como el de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien ayer visitó a su par de la Pampa, Sergio Ziliotto. Juntos arremetieron con dureza contra el presidente Javier Milei, el modelo liberal y el mencionado RIGI. Además, convocaron a otros mandatarios provinciales de distintos signo político a “defender” sus recursos, en lo que se leyó como un mensaje dirigido a los gobernadores aliados a Milei que, no obstante, se quejan por los recortes en sus cajas.
Parecieron apuntarle así a los mandatarios de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; Córdoba, Martín Llaryora, y Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
“Buscamos unidad y amplitud”, dijo Kicillof, mientras Ziliotto advirtió que el modelo de “Voy a fundir a las provincias” no es sólo una amenaza, sino una realidad de la que deben defenderse.
“Hoy tenemos una Argentina más injusta, menos federal -subrayó el gobernador de La Pampa-. El paquete fiscal quita recursos a las provincias, a los municipios y a su gente. Esto que estamos haciendo hoy es mostrar que el Estado es la última trinchera para los que menos tienen. Aunque nos quiten recursos, seguiremos articulando para hacer cada día más inteligente la aplicación de los fondos públicos”, aseguró Ziliotto.
En tanto, Kicillof consideró “calamitoso lo que está ocurriendo en la Argentina y en cada una de nuestras provincias tiene cada vez más efectos”.
En esa línea, el Gobernador bonaerense alertó que ”el Estado Nacional está desertando” y que “esto es de extrema gravedad. Estamos en una etapa muy compleja. Ya vemos los efectos de esta política económica. Hoy observamos una caída del PBI, un alza del desempleo. Ya Milei puede comentar, mientras recorre el mundo, que le hizo perder el trabajo a 155.000 personas solo en la provincia de Buenos Aires”, disparó.
Puntualmente sobre el RIGI, Kicillof reclamó que el Presidente explique “cuál sería la conveniencia”, mientras lamentó que implicará un avance sobre la autonomía de las provincias. “El federalismo no es optativo. (Milei) Lo tiene que cumplir”, aseveró.
El mandatario provincial enfatizó luego que “la concentración no sólo se produce en empresas y recursos. También demográficamente. Lo digo para que escuche bien el gobierno nacional: nosotros miramos nuestra acción política para ampliar derechos, algo que está en las antípodas del sálvese quien pueda”.
Por su parte, Ziliotto retomó que los gobernadores van a “seguir trabajando juntos, uniéndonos, buscando un Estado más eficiente, más ordenador de la economía, buscando la justicia social” y reconoció que “en el interior del país hay preocupación. En La Pampa, las pymes alertan que el RIGI las deja en una situación desventajosa para competir con proveedores del exterior” y que “señalan que las empresas dedicadas a la explotación de petróleo podrán importar los mismos productos que ellos fabrican con ventajas impositivas”.
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