Hace más de un mes que la Cámara de Diputados no sesiona y las tensiones del año electoral no colaboran. El objetivo de reunir al cuerpo el miércoles próximo ya quedó descartado, pero el oficialismo insistirá en negociar una última sesión de consenso para las primeras semanas de junio, antes del cierre de listas.
Las conversaciones entre las dos bancadas mayoritarias están aceitadas, sin embargo garantizar las presencias de los legisladores no es tan fácil. Muchos ya están de campaña en sus provincias, o en el paso previo de negociaciones y cierres de listas.
Por eso, para tener el quórum garantizado se deben incluir temas “light”, o poco conflictivos. Pero a su vez, un temario de poco peso político juega en contra de la confirmación de presencias de legisladores que tienen otras prioridades en mente.
En ese dilema se mueve el jefe de bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, encargado de tender puentes con sus pares de la oposición. Entre los temas que están en carpeta de negociación se encuentra un régimen de promoción de la producción orgánica para economías regionales; el proyecto de refinanciación de deudas a cargo de provincias, municipios, comunas frente al Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa); el proyecto para tipificar como delito la figura de la violencia digital -que será dictaminado el martes que viene- y algunos tratados internacionales.
También se negocia la aprobación del régimen previsional especial para los combatientes de incendios forestales, con jubilación a partir de los 57 años.
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